Los residentes de los edificios aledaños al Hotel Telégrafo, ubicado en la céntrica esquina de Prado y Neptuno en La Habana, expresaron su preocupación por lo que consideran un peligro latente que podría desencadenar una catástrofe similar a la ocurrida en el Hotel Saratoga en mayo de 2022.
A pesar de las reiteradas denuncias, aseguran que las autoridades gubernamentales, ni la gerencia del hotel, ni la policía han tomado medidas concretas para mitigar los riesgos.
El temor de los vecinos se basa en el sistema de abastecimiento de gas licuado que utiliza el Hotel Telégrafo, propiedad de la empresa militar Gaviota S.A. y gestionado por el grupo Axel desde marzo de 2022.
A diferencia del Saratoga, cuyos depósitos de gas estaban en la azotea, el Telégrafo almacena el combustible en el sótano.
Sin embargo, el proceso de suministro se realiza desde la vía pública, en un estrecho callejón lateral que también sirve como zona de estacionamiento para motocicletas eléctricas y vehículos de gasolina.
Pedro Luis Abella, uno de los vecinos aseguró a la prensa independiente que ha denunciado la situación durante años. “La pipa de gas llega y comienza a bombear sin retirar las motos. A veces hay más de seis motocicletas alrededor del camión. Es una bomba de tiempo”, afirma. Abella también ha intentado sin éxito hablar con el gerente del hotel y ha acudido a las autoridades, pero asegura que sus reclamos han sido ignorados o incluso recibidos con amenazas.
Por su parte, Idalina Torres, otra residente de la zona, relata que opta por abandonar su edificio cada vez que llega el camión de gas. “El olor a gas es intenso, y la gente fuma y enciende motos cerca del camión. Parece que nadie aprendió la lección del Saratoga”, comentó.
Torres también denuncia que los custodios del hotel cobran por permitir el estacionamiento irregular, lo que agrava el riesgo.
En redes sociales, las denuncias de los vecinos también se hacen públicas. Marvel Dovicioso, por ejemplo, compartió imágenes que evidencian las condiciones peligrosas en las que se realiza el abastecimiento de gas. Sin embargo, sus esfuerzos no han obtenido respuestas concretas de las autoridades comunistas.
El Hotel Telégrafo fue cerrado temporalmente en junio de 2022, poco después de la explosión del Saratoga, bajo el pretexto de realizar reparaciones. No obstante, según trabajadores del establecimiento, el cierre respondió a una inspección urgente que detectó vulnerabilidades en el proceso de abastecimiento de gas. A pesar de las recomendaciones de los bomberos y de la empresa estatal CUPET para eliminar la zona de estacionamiento y mejorar la seguridad, el hotel reabrió sin resolver estos problemas.
Nirma, una empleada del Telégrafo, confirma que las instalaciones fueron consideradas seguras, pero reconoce que el proceso de abastecimiento desde la calle sigue siendo un riesgo. “Se colocó una señal de prohibición de estacionamiento, pero nadie la respeta. Los mismos trabajadores del hotel estacionan aquí porque no hay otro lugar”, explica.
Los intentos de contactar a los directivos del hotel para obtener su versión han sido infructuosos. Los vecinos aseguran que son tratados con hostilidad cuando intentan plantear sus preocupaciones, siendo acusados de “alarmistas” y amenazados con la intervención de la policía.
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Redacción Cubanos por el Mundo