Las autoridades de Miami arrestaron a la cubana Mónica Beatriz García y a su hija Laura, de 24 años, por dirigir un establecimiento clandestino dedicado a la recuperación de personas tras cirugías estéticas.
Según reportó Telemundo 51, el negocio, conocido como Oasis Retreat Miami, prometía a sus clientes hospedaje de lujo, atención continua de enfermería y comidas balanceadas, todo por una tarifa de 2,600 dólares semanales.
Sin embargo, lo que parecía un refugio para la recuperación escondía una operación ilegal que puso en riesgo la salud de quienes confiaron en sus servicios.
La investigación reveló que Mónica, la mente detrás del centro, no contaba con los permisos necesarios para operar este tipo de residencia. Además, el personal carecía de formación profesional para atender a las pacientes, muchas de las cuales llegaban directamente desde clínicas estéticas.
Empleados sin certificación se encargaron de tareas delicadas: bañaron, alimentaron, vistieron y administraron medicamentos a las convalecientes.
Por si fuera poco, las autoridades descubrieron un manejo irresponsable de desechos médicos, como prendas manchadas de sangre que no se desecharon en contenedores adecuados, lo que agravó las sospechas sobre las condiciones del lugar.
Cabe subrayar que este no fue el primer tropiezo de Mónica con la ley en Miami. En 2023, también enfrentó cargos similares tras operar al menos tres casas de recuperación sin autorización en la misma región.
En ese entonces, negó cualquier irregularidad, pagó una fianza de 21,000 dólares y evitó un juicio. Ahora, con este segundo arresto en menos de dos años, las sombras del pasado regresaron para cuestionar su insistencia en este tipo de actividades.
Su hija Laura, quien también participó en la gestión del centro, quedó igualmente bajo custodia.
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Ángel Rodríguez, vocero de la Oficina del Sheriff de Miami-Dade, subrayó la gravedad del caso ante el medio citado. Explicó que la prioridad no solo fue desmantelar una operación sin licencia, sino también garantizar la seguridad de las pacientes afectadas.
Según las pesquisas, Mónica recogió a las personas en centros de cirugía estética y las trasladó a estas residencias improvisadas, donde se les ofrecía una atención que distaba mucho de los estándares médicos requeridos.
Actualmente, las autoridades de Miami continúan investigando para determinar el alcance de esta red y proteger a futuros pacientes de caer en manos de negocios similares.
Redacción de Cubanos por el Mundo
