En el municipio de Jiguaní, en la provincia de Granma, tres hermanos ancianos enfrentan día a día una realidad desgarradora que pone en evidencia el abandono al que los somete un sistema indolente.
Leopoldo, Luisa y Domingo, todos de edad avanzada y con serias limitaciones físicas, subsisten en un estado de miseria que ha movilizado a la comunidad a alzar la voz por ellos.
Desde la página de Facebook “Jiguaní Denuncia Expediente” surgió un clamor urgente que expuso la cruda situación de estos jubilados, quienes habitan en una humilde vivienda ubicada en la calle Abel Santa María #9, en el reparto conocido como 10 de octubre o Las Casitas.
Las imágenes compartidas mostraron un panorama desolador: camas improvisadas con madera vieja y alambres soportados por piedras, paredes marcadas por el deterioro y una plaga de chinches que las autoridades locales ignoran pese a los múltiples avisos.
Un usuario, bajo el seudónimo “Cuba Libre”, relató cómo estos ancianos de Granma, que en su momento contribuyeron al país con su esfuerzo, ahora languidecen en el olvido.
Domingo, agotado por los años, sale a limpiar botas para ganar algo con qué alimentarse; Leopoldo apenas tiene fuerzas para moverse, mientras que Luisa, casi ciega, depende de los demás para sobrevivir.
Trascendió que, en un día cualquiera, los hermanos llegaron a compartir tan solo un trozo de coco seco como única comida, un reflejo brutal de su desamparo.
A pesar de que una joven asignada por las autoridades cuida a Luisa con dedicación —bañándola y alimentándola dentro de sus escasos recursos—, no cuenta con medios para mejorar su calidad de vida ni la de sus hermanos.
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Con una pensión de apenas 1,500 pesos, insuficiente para cubrir lo más básico, Leopoldo, Luisa y Domingo enfrentan un destino que indigna a quienes conocen su historia.
Quienes deseen tender una mano pueden contactarla al 59201472 para donar alimentos, ropa, medicinas o cualquier apoyo que devuelva un poco de dignidad a estos ancianos.
Así, mientras los dirigentes del régimen castrista presumen sus lujos y privilegios, estos hermanos quedan relegados al abandono, atrapados en una pobreza que los consume lentamente.
Redacción de Cubanos por el Mundo
