En una operación conjunta entre la Policía Nacional de España y EUROPOL, las autoridades han desmantelado una compleja red de lavado de dinero liderada por la mafia rusa. Esta estructura criminal operaba en varias ciudades españolas y estaba vinculada a organizaciones delictivas de origen albanés, serbio, armenio, chino, ucraniano y colombiano, además de la conocida “mocromafia”.
El esquema permitía el blanqueo de varios millones de euros mensuales, utilizando oficinas clandestinas donde se manejaban grandes sumas de dinero en efectivo. Cada una de estas sedes era operada por “cajeros” que administraban hasta 300.000 euros diarios, con sofisticados sistemas de seguridad, incluyendo cajas fuertes y armarios insonorizados para evitar delatar su actividad.
Sin embargo, lo más alarmante del caso es la aparición de vínculos directos entre esta red criminal y el régimen cubano, lo que sugiere una colaboración a nivel estatal con estructuras de crimen organizado en Europa.
El nexo entre la mafia rusa y La Habana
Según las investigaciones, la organización intentó establecer una operación de instalación de paneles solares en Cuba, negociando directamente con altos funcionarios del régimen. A cambio de este supuesto beneficio energético para la isla, el gobierno cubano habría ofrecido acceso a minerales estratégicos como el níquel y el oro. Esta oferta sugiere un acuerdo encubierto en el que ambas partes se verían beneficiadas, tanto en términos financieros como políticos.
Este hallazgo confirma las sospechas de que Cuba no solo ofrece refugio a criminales internacionales, sino que también facilita el uso de su infraestructura estatal para el lavado de dinero y otras actividades ilícitas. La posibilidad de que los recursos naturales cubanos sean moneda de cambio en acuerdos con organizaciones delictivas pone en evidencia el nivel de implicación del régimen en redes de crimen organizado que operan a nivel mundial.
Cuba como puente del crimen transnacional
No es la primera vez que el régimen de La Habana es señalado por su presunta colaboración con actividades ilegales en el extranjero. Durante años, informes de organismos internacionales han señalado la opacidad del sistema financiero cubano y su uso para operaciones ilícitas. Ahora, con este caso, la conexión entre el Estado cubano y mafias extranjeras se vuelve aún más evidente.
Las autoridades españolas continúan con la investigación, pero el descubrimiento de este esquema plantea serias dudas sobre el papel de Cuba en el crimen transnacional y su relación con la mafia rusa. La pregunta ahora es: ¿hasta qué punto el régimen está dispuesto a involucrarse con el crimen organizado para mantenerse a flote económicamente?