El triplista cubano nacionalizado italiano, Andy Díaz, que conquistó una histórica medalla de bronce para Italia en los Juegos Olímpicos de París 2024, compartió su inspiradora historia de sacrificio, perseverancia y superación.
Desde su infancia en Cuba hasta su decisión de abandonar su país para perseguir su sueño olímpico, Díaz ha enfrentado numerosos obstáculos que finalmente lo llevaron a lo más alto del podio.
En una emotiva entrevista en el programa Focus, del canal de YouTube de OA Sport, Díaz recordó sus inicios en el atletismo: “Nací en Cuba y desde pequeño me gustaba correr y saltar, era un niño hiperactivo”.
Sin embargo, su camino no fue fácil. “Una vez me echaron de una escuela de atletismo porque era bajito”, confesó. A pesar de ello, continuó entrenando y logró ingresar a la selección cubana, donde enfrentó nuevas dificultades: “Incluso allí fue un poco más difícil porque todo el mundo decía que no tenía talento”.
Estas críticas no lo detuvieron, pues con el tiempo, Díaz se convenció de que no podría alcanzar sus metas deportivas si permanecía en Cuba.
“Decidí que quería ganar unas Olimpiadas, quería conseguir una medalla olímpica, y en Cuba sabía que no podría dar los pasos importantes para lograrlo”, explicó. Tras los Juegos de Tokio, durante una escala en España, tomó la decisión más difícil de su vida: abandonar la Federación Cubana y no regresar a su país.
“Llamé a casa y dije: ‘Mamá, papá, no voy a regresar a Cuba, no puedo regresar a Cuba’”, relató Díaz. “Mi mamá obviamente empezó a llorar, mi papá empezó a llorar, mi abuela, mis primos, todos, pero fueron muy, muy comprensivos”.
Este apoyo familiar fue fundamental para él: “Fue lo que me permitió seguir adelante con tranquilidad y serenidad”.
Sin embargo, su decisión tuvo consecuencias. “Sabía que no podía regresar a Cuba durante ocho años, hay leyes que me impiden entrar a mi país de origen”, afirmó. Tras dejar atrás su vida en Cuba, Díaz se estableció en Italia, donde poco a poco reconstruyó su carrera y su sueño olímpico tomó forma.
Finalmente, en París 2024, Andy Díaz logró su gran objetivo: una medalla de bronce que no solo coronó su carrera, sino que también marcó un hito para el atletismo italiano.
Su historia es un testimonio de perseverancia, valentía y la importancia de creer en uno mismo, incluso cuando otros dudan. “Logré mi gran objetivo”, concluyó Díaz, con la satisfacción de haber superado todos los obstáculos y haber cumplido el sueño que lo impulsó a dejar su tierra natal
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Redacción Cubanos por el Mundo
