En el campamento de trabajo correccional Ho Chi Minh, situado en Bainoa, provincia de Mayabeque, Jorge Martín Perdomo, preso político detenido durante las protestas desencadenadas el 11 de julio de 2021, recibió una intimidación directa.
Un funcionario del centro lo amenazó con usar gas pimienta en su contra, un acto que, según su madre, Marta Perdomo, ocurrió como represalia por las denuncias que Jorge hizo públicas sobre las duras condiciones que padecen los internos.
Marta, en una conversación con Martí Noticias, expresó su desesperación por lo que está sucediendo con el preso político: “Yo quiero escuchar la voz de mi hijo”.
Relató que, en su última visita, Jorge le confesó que temía lo peor, admitiendo que “no aguantaba más”. En ese sentido, la madre describió un panorama desolador en el correccional: los reclusos carecen de acceso al sol, el agua escasea desde hace tres meses por una turbina averiada y las condiciones higiénicas son tan precarias que deben usar bolsas para sus necesidades básicas.
Como se recordará, Jorge y su hermano Nadir Martín Perdomo recibieron sentencias de 8 y 6 años de cárcel, respectivamente, tras participar en las masivas movilizaciones que sacudieron San José de las Lajas, en Mayabeque, en julio de 2021.
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Marta dijo al medio citado que visitó el Ministerio del Interior y el Consejo de Estado en busca de respuestas, pero las puertas se le cerraron. “Jorgito denunció lo que estaba pasando y esa es la inconformidad que tuvo el jefe”, explicó, señalando la raíz del conflicto.
Con una mezcla de dolor y determinación, soltó unas desgarradoras palabras: “Mi familia cambió por completo con el encarcelamiento de mis hijos, es demasiado fuerte, es muy desgastante, pero mientras me quede sangre en mis venas, seguiré luchando por ellos”.
Como Jorger y Nadir, son muchas las personas que sufren brutales maltratos dentro de las mazmorras, solo por haber hecho uso de su derecho a la libertad de expresión en aquellas históricas jornadas.
Redacción de Cubanos por el Mundo
