Un caos inesperado irrumpió en las calles de La Habana este martes, cuando un tren que cubría el trayecto entre Diez de Octubre y Arroyo Naranjo se detuvo abruptamente en medio de la vía.
Ocurrió cerca del Café Colón, paralizando por completo el flujo vehicular en una de las zonas más transitadas de la capital cubana.
Según reportes, el motivo inicial apuntaba a una falta de combustible, aunque otras versiones sugieren que una avería mecánica pudo ser la verdadera culpable.
En medio del revuelo, las redes sociales se convirtieron en el escenario donde los habaneros descargaron su incredulidad y frustración. “Pero y esto qué cosa es. Un relajo, hasta cuando madre mía. Y no estamos hundidos. No, bobo estamos en el infierno y bien infierno en la Candela”, escribió Erick Hernández, capturando el sentir de muchos.
El incidente no solo afectó a los conductores particulares, quienes quedaron atrapados en un embotellamiento monumental, sino que también trastornó el transporte público.
Las autoridades de La Habana reorganizaron rápidamente las rutas de varias líneas de ómnibus, como la P6, P8, P9, P10, A12, Gacela 17 y Gacela 1, desviándolas por San Leonardo hacia Porvenir para evitar el bloqueo.
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Un dato curioso surgió entre las especulaciones: Andy Rodríguez, quien se presenta como trabajador de la UEB Terminal Alamar, afirmó en Facebook que “no fue el combustible lo que causó el problema, fue una falla de la locomotora, nada que ver con combustible”.
Lo cierto es que la escena dejó una imagen insólita, y mientras algunos lo ven como un episodio aislado, otros lo interpretan como un síntoma más de los retos que enfrenta Cuba en su día a día, y no solo en el ámbito del transporte.
Redacción de Cubanos por el Mundo
