En Sancti Spíritus, una madre enfrenta una realidad desgarradora: su hijo sufre un cuadro extremo de desnutrición que ha conmovido a muchos.
Yunior Tamayo Barrios, un activista cubano, decidió alzar la voz por esta familia y compartió un video en redes sociales que expone la crudeza de su situación. Las imágenes revelan a un niño reducido a una frágil figura de piel y huesos, un testimonio vivo de la adversidad que atraviesan.
La vivienda, construida con tablas de madera y un tejado de zinc, refleja la precariedad en la que subsisten madre e hijo. Sin embargo, lo que más estremece no es el entorno, sino las llagas que han surgido en la piel del pequeño debido a su inmovilidad.
Tamayo Barrios lanzó un pedido claro: “Por ahora necesito pomadas o algo que sirva para las escaras”, expresó en su mensaje, buscando alivio inmediato para estas heridas.
La respuesta no se hizo esperar. Tras la difusión del video, personas sensibilizadas por el caso enviaron donaciones que superaron los 580 mil pesos cubanos. Para quienes deseen sumarse a esta causa, el activista facilitó dos cuentas: una en pesos cubanos (CUP) con el número 9238129977993056 y otra en Moneda Libremente Convertible (MLC) con el 9235129974651312.
Además, dejó un contacto vía WhatsApp (56919202) para verificar detalles o coordinar aportes mediante Zelle.
Aunque las razones detrás de la alarmante pérdida de peso de este pequeño en Sancti Spiritus no están claras, se sospecha que podría tratarse de una combinación de carencias alimenticias y problemas de salud aún no diagnosticados.
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La edad del niño y el nivel de intervención de las autoridades permanecen como incógnitas, ya que el reporte de Tamayo Barrios no incluyó datos médicos específicos.
Este caso pone en evidencia una necesidad urgente que va más allá de donativos en efectivo o comida. Determinar las causas de la desnutrición será clave para ofrecer una solución integral, que incluya medicamentos y atención especializada.
Por ahora, la solidaridad de muchos mantiene viva la esperanza de que este pequeño y su madre puedan salir adelante.
Redacción de Cubanos por el Mundo
