En San José de las Lajas, provincia de Mayabeque, una madre y un padre decidieron alzar su voz este lunes frente a la sede provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) por sus hijos presos políticos.
Se trata de Marta Perdomo Benítez y Jorge Martín Blanco, progenitores de los jóvenes Jorge y Nadir Martín Perdomo, encarcelados por su participación en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, exigieron claridad sobre el estado de su hijo Jorge, ante la falta de información que los mantiene en vilo desde hace días.
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Es importante recordar que Jorge recibió una sentencia de ocho años y Nadir de seis, bajo acusaciones de “atentado”, “desacato” y otros delitos inventados por el aparato de injusticia del régimen castrista.
Separados en distintas prisiones, esta estrategia de las autoridades, según denuncian sus seres queridos, busca quebrarlos emocionalmente y desgastar a la familia.
Betty Guerra Perdomo, prima de los presos políticos, utilizó la plataforma X para visibilizar el acto de valentía de sus tíos. Relató que Marta y Jorge llegaron al lugar con un cartel en mano y grabaron un video para hacer público su reclamo.
Sin embargo, la acción duró poco: “Enseguida lo tuvieron que borrar porque vinieron corriendo diciéndoles que fueran directo a las oficinas de la Seguridad del Estado”, explicó Betty en su mensaje.
Además, destacó la angustia que atraviesan: hace una semana, Jorge envió un mensaje alertando que temía por su vida, y desde entonces, el silencio ha sido absoluto.
La lucha de esta familia trasciende el incidente de este lunes. Marta, en una entrevista con CubaNet, expresó con firmeza: “Las madres no podemos parar de pedir justicia, tenemos que seguir”. Para ella, solo la fuerza colectiva de quienes apoyan a los presos políticos logrará abrir las puertas de la libertad para sus hijos.
Antes de su encarcelamiento, los hermanos destacaban por sus perfiles académicos y laborales. Jorge, ingeniero informático, impartió clases de Programación en la Universidad de La Habana y luego se dedicó al trabajo por cuenta propia en San José de las Lajas. Nadir, por su parte, se graduó en Lengua Inglesa y Francesa, y también optó por el sector no estatal.
Hoy, sus vidas quedan marcadas por la represión y la crueldad de un régimen castrista que lo único que hace es violentar a los inocentes, mientras la isla se cae a pedazos por sus absurdas decisiones, llevando así a la miseria, el hambre, la falta de medicamentos, las malas condiciones en los hospitales, la delincuencia en cada una de las calles del país, y pare de contar.
Redacción de Cubanos por el Mundo
