En Santa Cruz del Norte, en la provincia de Mayabeque, la poca tranquilidad que había en el poblado “El Rubio” se quebró con un acto de violencia que ha estremecido a la comunidad.
Dos jóvenes, Ketty y Hansel, regresaban a su casa cuando un grupo de criminales los emboscó con la intención de arrebatarles su motocicleta. Sin embargo, lo que comenzó como un robo se transformó en una pesadilla de brutalidad que dejó a las víctimas con serias heridas.
Los agresores, lejos de conformarse con el vehículo, desataron una furia desmedida contra la pareja. Les fracturaron los dedos para arrancarles los anillos, les desencajaron la mandíbula y, en un acto de barbarie, les extrajeron dientes de oro a la fuerza.

Tras la salvaje agresión, los dejaron tirados en un barranco junto a la carretera, presumiendo que no sobrevivirían. Afortunadamente, transeúntes los encontraron y trasladaron de urgencia a un hospital en La Habana, donde, según informó el abogado Manuel Viera este lunes a las 5:00 p.m., lograron estabilizarse pese a la gravedad de sus heridas.
“Una nación no se forja con ‘likes’. Hechos como estos no pueden pasar inadvertidos ni ser silenciados para proteger imágenes o intereses políticos. En silencio no se previenen hechos como estos”, afirmó el abogado, subrayando que su objetivo es alertar sobre la escalada de inseguridad que azota a la ciudadanía, más allá de buscar atención o notoriedad.
Por su parte, Alpízar González, padre de Ketty, no se quedó de brazos cruzados. Anunció una recompensa significativa para quien proporcione datos que conduzcan a los culpables: 30 millones en las primeras 24 horas y 15 millones después de ese plazo. Esta iniciativa refleja la desesperación de una familia marcada por el horror y su anhelo de justicia.
OTRAS NOTICIAS: Santiago de Cuba: Jóvenes en una fiesta neutralizan a delincuente que intentó robar un teléfono
Mientras las autoridades de Mayabeque supuestamente investigan, la sociedad cubana debate sobre cómo frenar esta ola delictiva. La historia de Ketty y Hansel no solo expone la vulnerabilidad de los ciudadanos, sino que también plantea un desafío: ¿hasta cuándo la impunidad seguirá ganando terreno?
Mientras estas atrocidades ocurren en cada rincón de la isla comunista, el régimen castrista, haciendo gala de su crueldad, lo único que hace es ordenar a sus esbirros reprimir a quienes precisamente claman por el fin de esta pesadilla.
Redacción de Cubanos por el Mundo