Escritor cubano clama por ayuda para mejorar su condición médica: “Mi vida ha estado atada a una silla de ruedas”

Un joven escritor cubano, Boris Milián Díaz, lanzó un urgente pedido de ayuda para acceder a atención médica que le permita mejorar su calidad de vida, severamente afectada por una enfermedad degenerativa.

Diagnosticado con Atrofia Muscular Espinal a los 2 años, este hombre de 38 años, nacido en La Habana, enfrenta un deterioro físico acelerado que lo ha confinado a una silla de ruedas insegura y a condiciones de vida precarias.

Sin acceso regular a servicios especializados, su salud pende de un hilo, y hoy busca apoyo para cambiar su destino.

La falta de recursos económicos y las dificultades del entorno agravan su situación. En 2023 sufrió una fractura en espiral en el húmero izquierdo, lo que paralizó casi por completo ese brazo y complicó aún más su movilidad.

Según el texto, compartido en redes sociales, este escritor cubano vive solo en una zona aislada, rodeado de calles en mal estado que dificultan cualquier desplazamiento.

En ese sentido, los altos costos del transporte lo alejan de tratamientos esenciales, mientras que problemas respiratorios y una cifosis lo exponen a riesgos constantes. A esto se suman carencias higiénicas que han dañado su salud dental y podiátrica, reflejo de una lucha diaria contra las limitaciones.

A pesar de los obstáculos, Boris encontró en la escritura un refugio y una forma de conectar con el mundo. Inició un blog literario hace un año, cosechando elogios de sus lectores.

Ahora, con la oportunidad de viajar para presentar su trabajo, planea aprovechar el trayecto para someterse a evaluaciones médicas generales. Sin embargo, no cuenta con los fondos necesarios para cubrir viaje, alojamiento, cuidados ni una silla de ruedas adecuada que garantice seguridad y comodidad.

Este proyecto, asegura, no solo impulsará su carrera, sino que le dará una chance de seguir viviendo.

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El escritor cubano reconoce que su red de apoyo es limitada. Muchos de sus amigos abandonaron el país o están ocupados con sus propias vidas, y él depende de un teléfono para pedir ayuda en emergencias, aunque la conexión móvil es inestable.

“Mi vida ha estado atada a una silla de ruedas y a la buena voluntad de los amigos”, admite, subrayando que, aunque ellos han sido su sostén tras la muerte de su abuela, ya no pueden asistirle como antes.

Consciente de la crisis general en Cuba, Boris apela a la solidaridad internacional. Quienes deseen colaborar pueden hacerlo a través de una cuenta en México (Beneficiario: Caterina Camastra, CLABE: 646010206817713709, Banco: Mercado Pago W o STP), vía Paypal (saeeda.bai@gmail.com, sin mencionar Cuba en el concepto para evitar bloqueos) o contactando a Caterina Camastra por mensaje privado para un enlace de pago con tarjeta.

Redacción de Cubanos por el Mundo