Piden ayuda para joven cubano con padecimientos psiquiátricos

Una abuela desesperada en Holguín, clama por ayuda para conseguir medicamentos esenciales para su nieto, Jorgito, un joven cubano con un trastorno psiquiátrico que lo hace totalmente dependiente.

Milagros García, su cuidadora, solicita urgentemente levomepromazina, conocida también como Sinogan o Nidrane, según su marca comercial, un fármaco que el menor necesita tomar dos veces al día de forma permanente para controlar su condición.

La denuncia, compartida por el periodista Alberto Arego en redes sociales, añade que Jorgito depende de su abuela para todo: desde bañarse hasta alimentarse, pasando por la higiene básica.

Sin el medicamento, su vida se desmorona: deja de dormir, rechaza la comida, se autolesiona y llega a agredir a quienes lo rodean.

“Si el niño no la toma, deja de dormir, alimentarse, se autoagrede y nos agrede”, explicó Milagros.

Además, la familia de este joven cubano enfrenta una crisis que se agrava por la escasez de este tratamiento en la isla, un problema que, según ella, comenzó a notarse desde 2022, cuando el suministro procedente de Canadá y la India dejó de llegar.

“Publica mi carta, por favor, que llegue a los confines del mundo si es posible, ya que dentro de mi propia tierra no puedo recibir ayuda”, suplicó.

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Trascendió que el joven cubano, diagnosticado desde los cinco años, encontró estabilidad con este tratamiento en 2017, tras probar varias opciones bajo supervisión psiquiátrica. Sin embargo, la ausencia del fármaco ha devuelto a la familia a un estado de angustia constante.

“Estamos viviendo de nuevo el horror de ver al niño sufrir por culpa de la despreocupación de quienes deberían hacer realidad que ‘Cuba es una potencia médica’. ¿Acaso alguna vez lo fue?”, cuestionó Milagros.

Quienes deseen apoyar pueden contactar a Milagros García al 24429202 o al 53501607.

Mientras casos como estos se reportan a menudo en la isla, el régimen sigue burlándose descaradamente de los habitantes al gritar a los cuatro vientos una de sus mentiras favoritas, la de la mal llamada “potencia médica”.

Redacción de Cubanos por el Mundo