Eliannis Ramírez, madre del pequeño Damir Ortiz Ramírez, decidió no volver a Cuba tras el fallecimiento de su hijo de 10 años en Miami.
La mujer, que llegó a Estados Unidos junto al niño en busca de atención médica urgente, solicitó asilo político en el país norteamericano. Su resolución responde al miedo a enfrentar represalias en su tierra natal por haber alzado la voz contra las fallas del sistema sanitario cubano, las cuales influyeron en la tragedia de su hijo.
RELACIONADO: Niño cubano Damir Ortiz fallece en Miami
Cabe recordar que el traslado de Damir a Miami ocurrió el 12 de marzo, gracias a una iniciativa impulsada por activistas y una campaña de recolección de fondos.
El menor, aquejado por neurofibromatosis tipo 1, llegó en estado crítico tras contraer una bacteria resistente en Cuba que derivó en una sepsis severa. A pesar de los esfuerzos, el niño falleció el sábado en el Nicklaus Children’s Hospital, un desenlace que dejó una marca imborrable en quienes siguieron su caso.
Las cenizas de Damir Ortiz Ramírez permanecerán en Miami, según confirmó la activista Idelisa Diasniurka Salcedo Verdecia. Esta decisión refuerza el vínculo de la familia con su nuevo entorno, mientras Eliannis busca establecerse de manera definitiva en Estados Unidos.
La madre no solo enfrenta el dolor de la pérdida, sino también la incertidumbre de un futuro lejos de su país de origen.
La historia de Damir resonó con fuerza entre la comunidad cubana, tanto en la isla como en el exilio. Su caso destapó, una vez más, las grietas de un sistema de salud en crisis, incapaz de brindar respuestas efectivas a pacientes con condiciones graves.
La muerte del menor se convirtió en un símbolo de las luchas que enfrentan muchas familias, mientras que el régimen castrista sigue burlándose de todos al presumir de su mal llamada “potencia médica”.
Redacción de Cubanos por el Mundo
