El cubano Randy Arozarena se convirtió en la figura estelar al conectar un grand slam que impulsó a los Marineros de Seattle hacia la victoria frente a los Astros de Houston.
El partido, disputado en el T-Mobile Park, marcó el tercer enfrentamiento de la serie entre estos equipos de la Major League Baseball (MLB).
Arozarena, alineado como cuarto bate y jardinero izquierdo por el manager Dan Wilson, desató la euforia entre los aficionados con su poderoso batazo.
El momento clave llegó en la octava entrada, cuando los Astros de Houston lideraban 5-0. El pitcher Luis Contreras, quien había iniciado el inning por los visitantes, permitió un sencillo y otorgó dos bases por bolas consecutivas.
Steven Okert entró al relevo, pero no pudo contener al cubano. Con un conteo de una bola y un strike, Arozarena aprovechó una recta de 91 millas por hora y la envió a las gradas del jardín izquierdo a 107 millas por hora, recorriendo 384 pies.
Este jonrón, su tercero de la temporada, redujo la diferencia en el marcador y encendió las esperanzas de remontada.
Al final del partido, el mismo Randy Arozarena resultó determinante al pararse en el plato también con las bases llenas, pero en esta oportunidad, recibiendo un boleto que permitió a su compañero que se encontraba en la tercera almohadilla llegar caminando a la goma, poniendo punto y final al compromiso.
Este grand slam no es un hecho aislado en la carrera del antillano, pues Arozarena ya había logrado uno en 2021 contra los Orioles, frente a César Valdez. Ahora, suma dos en su trayectoria en MLB.
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Con este batazo, el cubano acumula nueve imparables, cinco carreras anotadas y nueve impulsadas en la campaña, elevando su promedio de bateo a .191 y su porcentaje de embasado a .321. Además, extendió a cuatro juegos su racha con al menos un imparable.
Redacción de Cubanos por el Mundo