El presentador cubano, Alex Otaola, en su programa Hola! Ota-Ola, expuso una vez las penurias que enfrentan los ciudadanos comunes mientras la élite castrocomunista disfruta de privilegios desmedidos.
Con su característico estilo directo, Otaola señaló la precariedad alimentaria que marca el día a día de los cubanos, contrastándola con los excesos de quienes permanecen en el poder y se burlan del pueblo.
El influencer utilizó como ejemplo la experiencia de una joven cubana, sin conexiones en el extranjero ni acceso a divisas, que acude a una cafetería local para alimentarse.
En su descripción, la chica destacó que una pizza napolitana, de apariencia poco apetecible, cuesta 90 pesos, un precio exorbitante para los ingresos de una trabajadora que depende de un salario estatal insuficiente.
También mencionó un refresco de piña, adquirido por 15 pesos, como ejemplo de los costos que agobian a la población.
Otaola no se limitó a describir la situación, sino que apuntó directamente a las contradicciones del régimen. Recordó que, mientras los ciudadanos luchan por sobrevivir, los lujos de la cúpula, como las gafas de casi 300 euros de Lis Cuesta, mal llamada “primera dama”, reflejan una desconexión insultante.
Para nadie es un secreto que, en la isla comunista, darse un “gusto” – o al menos hacer el intento – representa una labor titánica para aquellos que no cuentan con una “manito” en el extranjero.
Peor aún, mientras en Cuba los ciudadanos apenas tienen para alimentos, los cabecillas de la tiranía siguen saliendo a las calles presumiendo todos sus lujos, pero si eso no es suficiente, también hacen uso de sus redes sociales para reírse de la miseria de los cubanos de a pie, tal y como ya lo ha hecho infinidades de veces el propio Sandro Castro.
Debido a esto, Otaola sigue llamando al pueblo a hacerse respetar y acabar de una vez con esta pesadilla.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
