Un hecho violento sacudió al municipio de Báguanos, en Holguín, cuando un joven cubano fue asesinado con un arma blanca en la madrugada del domingo, tras abandonar una celebración.
Según el medio oficialista Realidades desde Holguín, el crimen ocurrió en una calle del municipio y tuvo como trasfondo rencillas personales entre el fallecido y su agresor.
El enfrentamiento, que comenzó con una discusión acalorada, escaló rápidamente hasta derivar en un ataque mortal. El agresor utilizó un machete para herir de gravedad a la víctima, quien no sobrevivió al ataque.

La publicación oficial, fiel a su intento de hacer creer que todo se está “controlando” y que la violencia no está consumiendo las calles del país, describió el suceso como un evento “aislado”.
Tras el crimen, las autoridades locales detuvieron al sospechoso en menos de tres horas (supuestamente), cuando este intentaba escapar de Báguanos para eludir a la justicia.
El detenido enfrenta ahora cargos por asesinato y será procesado por la Fiscalía y los tribunales cubanos… ahora falta que no termine nuevamente en las calles como si nada hubiera ocurrido, como suele ocurrir en la gran mayoría de casos similares.
El caso, que continúa bajo investigación, ha dejado un profundo impacto en Báguanos, donde los residentes exigen justicia y reflexionan sobre las consecuencias de los conflictos personales.
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Tristemente, situaciones como estas se van presentando con mucha más frecuencia de la “normal” conforme transcurren los días, donde personas de todas las edades, lejos de mediar palabras o resolver conflictos de otra manera, deciden recurrir a la violencia brutal, lo que termina en consecuencias devastadoras.
Mientras tanto, la policía, que solo se encarga de las situaciones una vez consumadas las tragedias, mantiene su preferencia de encarcelar a quienes no lo merecen, dejando a los criminales con total libertad.
Redacción de Cubanos por el Mundo