A través de las redes sociales, una anciana cubana está conmoviendo a miles de usuarios al mostrar la cruda realidad que enfrentan los jubilados en Cuba.
La identificación de la anciana se desconoce, pero la cubana cuenta que recibe su pensión mensual de 1,500 pesos, preguntándose: “¿Qué voy a comprar con esto?”, al mismo tiempo que hace alusión al alto costo de los alimentos.
Minutos después, una vecina le ofrece un pomo de aceite por exactamente esa misma cantidad y aprovecha la oportunidad para dejar claro que una pensión de un anciano cubano solo alcanza para un pomo de aceite.
La situación de esta mujer no es la única, pues miles de adultos mayores en la isla sobreviven en condiciones precarias, afectados por la inflación descontrolada, la escasez de alimentos, medicamentos y los frecuentes apagones. Muchos, además, enfrentan el abandono tras la emigración de sus familiares, quedando a merced de la solidaridad de vecinos y amigos.

Los jubilados cubanos, quienes dedicaron décadas de trabajo al régimen, hoy viven en la pobreza extrema, sin acceso a una vejez digna. La falta de apoyo de la dictadura y el colapso económico los han convertido en uno de los grupos más vulnerables del país.
Muchos ancianos pasan sus días en la calle buscando alimentos y revisando entre los basureros, para ver qué desperdicio pueden conseguir para comer. Otros revisan para buscar plástico o algo que puedan vender para tener algún ingreso adicional y poder sobrevivir en un país donde la escasez y la inflación mantiene al pueblo en crisis y miseria.

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Redacción Cubanos por el Mundo