El caso de agresión contra el opositor cubano Juan Alberto de la Nuez Ramírez, ocurrido el pasado 5 de abril, ha tomado un giro alarmante al conocerse que los responsables del ataque permanecen en libertad, pese a la gravedad del mismo.
En un ataque violento perpetrado por cinco individuos armados con machetes, cuchillos y palos, De la Nuez fue brutalmente apuñalado, quedando con múltiples heridas graves, entre ellas fracturas en brazos y piernas, y al menos diez puñaladas en diversas partes del cuerpo.
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Carlos Michael Morales Rodríguez, preso político y manifestante del 11J, denunció públicamente a través de sus redes sociales que, a pesar de que el opositor cubano identificó a sus atacantes y notificó a las autoridades, estos fueron liberados por la policía y ahora circulan con total impunidad por las calles de Aguada de Pasajeros.
La indignación aumenta al revelarse que, además de la liberación de los agresores, el expediente del caso aparentemente “desapareció”, según informó la abogada de De la Nuez.
Morales Rodríguez no dudó en señalar que este acto de impunidad refleja la complicidad de la Seguridad del Estado, sugiriendo que este tipo de ataques forman parte de una estrategia de represión política sistemática.
“Las personas que lo agredieron y que casi le quitan la vida fueron liberadas por la policía y se pasean con total impunidad por las calles de Aguada de Pasajeros”, dijo.
Este caso subraya la creciente preocupación por la falta de justicia y la intimidación contra aquellos que se oponen al régimen, dejando en evidencia la creciente normalización de la violencia y la represión en el país.
En la isla comunista, queda más que claro que los criminales tienen vía libre para cometer sus atrocidades, mientras que los inocentes son encerrados en las peores mazmorras.
Redacción de Cubanos por el Mundo
