En Bauta, Artemisa, la policía capturó a un individuo dedicado al tráfico de drogas, quien distribuía sustancias ilícitas, principalmente el llamado Kímico, en universidades y zonas residenciales sin importar la edad de sus compradores.
El arresto ocurrió tras un operativo en su vivienda, donde se incautaron dosis de la droga y dinero en efectivo, según un reporte del aparato de propaganda del castrismo en redes sociales.
El detenido, cuya identidad no fue revelada, operaba con total descaro. Su actividad delictiva abarcaba desde jóvenes estudiantes hasta personas de mayor edad, lo que generó alarma en la comunidad de La Favela.
Durante el registro policial en la casa del sospechoso, las autoridades confiscaron múltiples dosis de Kímico, la droga sintética de alto impacto, junto con una cantidad no especificada de dinero, presuntamente producto de las ventas.
A pesar de este arresto, la situación del narcotráfico tanto en Artemisa como en toda Cuba sigue siendo crítica. Aunque el régimen castrista utiliza las redes sociales para proyectar una imagen de control y eficacia policial, la realidad dista de ser alentadora.
Los traficantes continúan proliferando, afectando a toda la sociedad, desde los más jóvenes hasta los ancianos, y poniendo en evidencia las fallas del sistema para frenar este flagelo.
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La ciudadanía, cada vez más vulnerable, enfrenta un panorama donde la inseguridad y el acceso a drogas se agravan sin soluciones efectivas a la vista.
Lo cierto es que ahora, esa comunidad de Artemisa espera que el antisocial no salga nuevamente a las calles a seguir llenando las calles de sustancias prohibidas, como suele suceder con la gran mayoría de los “detenidos” por delitos similares a lo largo y ancho de la mayor de las Antillas.
Redacción de Cubanos por el Mundo
