Un joven cubano de 21 años, identificado como Jesús Bejerano, conocido como Chu, murió apuñalado el viernes en el reparto Latinoamericano, Jabaquito, en Bayamo, Granma, tras un altercado con otro individuo que desató una tragedia.
Según reportes en las redes sociales, el incidente ocurrió cuando un conflicto, cuya causa aún no está clara, escaló hasta un desenlace fatal.
Presuntamente, Bejerano y su atacante se conocían con anterioridad, aunque no se sabe si el crimen fue espontáneo o el resultado de rencillas pasadas.
En ese sentido, la página “Portal del Ciudadano Granma” informó en el grupo de Facebook “Revolico Las Caobas Bayamo” que el hecho derivó de “un problema con otra persona”.
Tras el asesinato, la policía de Granma detuvo al sospechoso y lo trasladó a un hospital, pero el traslado desencadenó un episodio de furia. Familiares y vecinos, consumidos por el dolor, intentaron agredir al detenido a la entrada del centro médico.
“Se le lanzaron encima a la patrulla con el objetivo de lincharlo debido a su dolor. La Policía tuvo que actuar rápidamente y pidiendo vía se lo tuvieron que llevar urgente”, relató el usuario Alex Torres.
La muerte de Bejerano ha generado una ola de tributos en redes sociales, donde amigos y seres queridos expresan su duelo y claman por justicia.
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Lamentablemente, la violencia en la isla, ya sea en Granma o en cada rincón del territorio, sigue reinando y cada vez se apodera más de las personas, principalmente de los jóvenes, que prefieren encontrar la peor “solución” posible en lugar de buscar la vía menos problemática.
Esto se debe, entre otros factores, a la pasividad de las autoridades del régimen castrista para castigar a quienes cometen estos crímenes, encerrando a muchos de ellos por poco tiempo y que, al cabo de semanas, terminan nuevamente en las calles cometiendo sus fechorías.
Redacción de Cubanos por el Mundo
