En cárceles cubanas, presos políticos denunciaron un preocupante brote de tuberculosis, agravado por la falta de medicamentos, atención médica deficiente y condiciones de vida deplorables.
Las prisiones Las Mangas, en Granma, y Plan Confianza, en Holguín, son señaladas como focos de esta crisis sanitaria, según un informe del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, y replicado por Martí Noticias.
Julio Cásar Vega Santiesteban, activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), encarcelado en Las Mangas, describió la gravedad del problema: “Está aumentando el problema de la tuberculosis por acá y entonces están saliendo casos positivos, incluso los médicos aquí andan ahora enmascarados, como si fuera COVID. Andan para arriba y para abajo con las batas verdes y las caretas esas que se ponen y los guardias con nasobucos”.
Advirtió que la falta de medidas preventivas pone en riesgo a los reclusos: “Cómo nos vamos a cuidar y a proteger nosotros si ellos no lo están haciendo”.
La escasez de medicamentos profundiza la crisis. Vega Santiesteban, quien padece hipertensión, señaló: “Yo soy hipertenso y hace más de dos meses que no me dan medicamentos para la presión, bueno aquí todo es malo”.
En la misma prisión, Ariel Eugenio Arzuága Peña enfrenta un cuadro crítico de salud, con hipertensión, hernias discales e inflamación prostática, sin recibir atención. “No me están prestando ningún tipo de atención médica, de nada, ni para la presión, ni para la columna, ni para la próstata, estoy seco, casi no puedo ni dormir”, afirmó.
En la cárcel Plan Confianza, José Ramón Solano Rendiche, condenado a 13 años por participar en las protestas del 11 de julio de 2021, reportó condiciones igualmente alarmantes.
“Yo llegué ahora a Confianza, ya tú sabes, aquí hay más problemas que en la calle, sin medicamentos, sin una doctora allá arriba que te atienda, aquí hay cientos de gente grave, con enfermedades”, denunció.
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Solano, quien sufre múltiples afecciones, incluyendo hipertensión y alergias, destacó la presencia de numerosos reclusos gravemente enfermos.
Los activistas alertan que, sin intervención urgente, el brote de tuberculosis podría desencadenar consecuencias devastadoras para la población carcelaria.
Redacción de Cubanos por el Mundo