Un cubano indocumentado con un extenso historial delictivo fue detenido hace pocos días en Nuevo México tras un control rutinario de la Patrulla Fronteriza (USBP) que reveló una orden de deportación pendiente y graves antecedentes penales, incluyendo cargos por asesinato y posesión de armas ilegales.
El arresto ocurrió en un puesto de control fronterizo donde el individuo, cuya identidad hasta ahora no ha sido divulgada, intentó pasar desapercibido.
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Sin embargo, los agentes descubrieron que enfrentaba cargos por delitos como homicidio por negligencia, disparos desde un vehículo, manipulación de pruebas y posesión de sustancias controladas.
Además, una orden final de expulsión bajo el artículo 8 USC 1253 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad pesaba en su contra, según informó Michael W. Banks, jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, en una publicación en X acompañada de una imagen del cubano.
Banks destacó la importancia de estos operativos para proteger a las comunidades. “Esta aprehensión subraya el papel crucial que desempeñan los retenes para proteger a nuestras comunidades de los delincuentes violentos”, afirmó.
“Tiene una orden final de deportación, por lo que ahora enfrenta sanciones relacionadas con la deportación según el artículo 8USC1253”, agregó el funcionario en su publicación.
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En el contexto de una política migratoria más estricta, impulsada por el presidente Donald Trump en los primeros 100 días de su segundo mandato, la USBP intensifica sus esfuerzos junto a otras agencias para identificar y detener a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales en fronteras y carreteras.
El detenido ahora enfrenta un proceso de deportación y posibles sanciones adicionales derivadas de su historial y situación migratoria.
Redacción de Cubanos por el Mundo
