José Daniel Ferrer García, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), tuvo una breve visita familiar de apenas tres minutos en la prisión de Mar Verde, donde permanece detenido desde el 29 de abril, acusado de los falsos delitos “propaganda contra el orden constitucional” y “desacato a la figura de Díaz-Canel”.
La estricta restricción impuesta por las autoridades penitenciarias refleja el endurecimiento de las condiciones contra el opositor, según denuncias de su familia.
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Nelva Ismarays Ortega Tamayo, esposa de Ferrer, y su hijo menor, Daniel José, lograron verlo tras superar un riguroso control. Un tercer familiar, Daniel Ferrer Jiménez, fue retenido en el puesto de vigilancia y trasladado a una unidad policial.
La información fue expuesta por su hermana, Ana Belkis Ferrer, en redes sociales, indicando que, durante el encuentro, Ortega notó a Ferrer “algo debilitado producto de persistentes diarreas” y con un short como única vestimenta.
El opositor reveló que fue “fuertemente esposado y brutalmente golpeado cuando lo llevaron para Mar Verde” por rechazar el uniforme de preso común.
De igual forma, José Daniel Ferrer expresó en esos minutos su inquietud por las personas necesitadas que acudían a UNPACU por alimentos, agradeció el apoyo de sus seguidores y envió saludos por el Día de las Madres. Sin embargo, las autoridades limitaron la visita tras devolver parte de los productos que Ortega llevaba, intensificando las medidas restrictivas contra el activista.
Desde su nuevo encarcelamiento, tras un operativo policial en su hogar, Ferrer ha sufrido aislamiento, agresiones físicas y un deterioro en su salud, por lo que sus seres queridos temen que el opositor esté rodeado de agentes encubiertos haciéndose pasar por reclusos.
Cabe recordar que el líder opositor obtuvo una excarcelación provisional en enero, negociada entre el régimen cubano y la administración de Joe Biden, mediada por el Vaticano.
Redacción de Cubanos por el Mundo
