Este martes 13 de mayo falleció el expresidente izquierdista de Uruguay, y amigo de los Castro, José Pepe Mujica. El exmandatario murió a los 89 años, tras una larga lucha contra el cáncer.
La información sobre el fallecimiento de esta figura política considerada “icónica” para los sectores de la izquierda en Latinoamérica, fue confirmada por el actual presidente uruguayo, Yamandú Orsi por medio de una publicación en su red social X.
“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, escribió el mandatario.
José Pepe Mujica falleció en su chacra de Rincón del Cerro, a las afueras de Montevideo, donde pidió pasar sus últimos días.
“Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, había dicho recientemente al semanario Búsqueda en su país natal.
El exguerrillero fue diagnosticado con un cáncer de esófago a finales de abril de 2024, por lo que se sometió a 31 sesiones de radioterapia. A pesar del tratamiento inicial, el cáncer hizo metástasis en el hígado.
El político era admirado a nivel mundial por su “estilo austero y su carisma”. No obstante, a lo largo de su trayectoria mantuvo una relación estrecha con los dictadores de la región como los hermanos Castro y Hugo Chávez.
Incluso en los últimos años, Pepe Mujica llegó a condenar a las dictaduras de Nicaragua y Venezuela, pero siempre mantuvo silencio sobre la crisis en Cuba.
Trayectoria de Pepe Mujica y relación con el régimen castrista
Nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, Mujica se forjó en la militancia desde joven, integrando el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana que combatió al gobierno uruguayo en los años 60 y 70.
Su vida estuvo marcada por más de una década de prisión bajo condiciones extremas durante la dictadura militar (1973-1985). Tras la restauración democrática, Mujica se convirtió en senador, ministro y, finalmente, presidente, ganándose el apodo de “el presidente más pobre del mundo” por donar gran parte de su salario y vivir modestamente en su chacra en Rincón del Cerro.
Durante su vida, Mujica mantuvo una relación estrecha con Fidel y Raúl Castro, líderes de la Revolución Cubana. Esta amistad, que comenzó en los años de militancia revolucionaria, se consolidó con visitas y gestos de apoyo mutuo.
En 2016, Mujica se reunió con Fidel Castro en La Habana, un encuentro que destacó como un homenaje a las “ideas revolucionarias” que ambos compartían.
Asimismo, expresó públicamente su admiración por el proceso cubano, aunque críticos señalan que su respaldo omitió las violaciones a los derechos humanos bajo el régimen castrista.
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Redacción Cubanos por el Mundo