El líder opositor cubano, Félix Navarro, enfrenta duras condiciones en la prisión de Agüica, donde cumple una injusta condena, mientras su esposa, Sonia Álvarez Campillo, denuncia restricciones en las visitas y preocupaciones por su salud.
Como se recordará, Navarro, presidente del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, regresó a prisión tras la revocación de su libertad condicional el 29 de abril por el Tribunal Supremo, que alegó incumplimiento de las condiciones de prueba.
Su esposa, Sonia Álvarez Campillo, miembro de las Damas de Blanco, expresó en conversación con Martí Noticias, su inquietud por el estado de salud de Navarro, quien padece diabetes y enfrenta carencias en la cárcel.

Las autoridades penitenciarias le impidieron entregar alimentos durante una visita de aseo, agravando la situación del opositor, quien previamente sufrió desmayos por crisis diabéticas.
“Félix no tiene nada que comer allí en la prisión, nada más que el sancocho que dan ellos. Él es un hombre enfermo de diabetes, que tiene que tener su merienda y en estos momentos no tiene nada porque ellos me dieron una visita de aseo donde no permitieron pasarle ni un caramelo”, señaló.
Navarro, trasladado recientemente de la enfermería a un destacamento, tiene programada su próxima visita reglamentaria para el 19 de junio, según informó su esposa.
La prisión de Agüica, conocida por su hacinamiento y deficiencias en alimentación y atención médica, representa un riesgo para Félix Navarro, algo que, claramente, no interesa en lo más mínimo al cruel régimen castrista.
Por otro lado, Álvarez Campillo enfrentó restricciones en la prisión La Bellotex, en Matanzas, donde las autoridades le negaron el martes la visita a su hija, Saily Navarro, también presa política.
“Otra visita más que no me dejaron entrar por ir vestida de blanco”, explicó, refiriéndose a la prohibición impuesta por la jefa de la unidad, Martha Cristina Hernández Bacallao, debido al color asociado con las Damas de Blanco.
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Navarro había obtenido libertad condicional en enero mediante un acuerdo entre el régimen y la administración de Joe Biden, mediado por el Vaticano, pero fue reingresado tras la decisión judicial.
“Yo responsabilizo a la Seguridad del Estado y al régimen de lo que le pueda pasar a Félix”, afirmó Álvarez Campillo, destacando su preocupación por las condiciones de reclusión.
Tanto Félix Navarro como su hija Saylí, fueron secuestrados por el régimen por su participación en las protestas de julio de 2021, y desde entonces han sufrido un sinfín de injusticias y maltratos dentro de las mazmorras.
Redacción de Cubanos por el Mundo