Un brote de hepatitis A ha desatado preocupación en Cárdenas, Matanzas, afectando principalmente los repartos 13 de Marzo y La Marina, según informó la prensa oficialista.
La situación, que pone en riesgo a la población, se atribuye a la contaminación del agua y deficiencias en las condiciones higiénicas, algo que expone nuevamente al régimen castrista, que poco y nada le interesa la salud del cubano de a pie.
Rosangel Fernández Ruiz, directora de Salud en Cárdenas, confirmó la detección de múltiples casos, aunque no especificó la cifra exacta.

La enfermedad, altamente contagiosa, se transmite por contacto directo con personas infectadas o mediante el consumo de agua y alimentos contaminados. “Hasta ahora, no se han reportado fallecidos, pero la hepatitis A puede complicarse en niños, adultos mayores y personas con condiciones crónicas”, advirtió la doctora.
Para frenar el avance del brote, las autoridades de Matanzas instan a la población a adoptar medidas estrictas de higiene. Entre las recomendaciones, Fernández Ruiz destacó el lavado frecuente de manos con agua y jabón, especialmente antes de comer y después de usar el baño.
También se aconseja tratar con cloro el agua de consumo, incluso si proviene de fuentes aparentemente seguras, y evitar compartir utensilios como platos, vasos o cubiertos, que deben ser de uso exclusivo.
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Los síntomas de la hepatitis A incluyen fiebre, cansancio, dolor abdominal y coloración amarillenta en piel u ojos. Ante su aparición, las autoridades también recomiendan el aislamiento inmediato y buscar atención médica.
Sin embargo, el régimen, a través de su aparato de propaganda, se limita únicamente a dar “recomendaciones” en lugar de buscar soluciones tales problemas, pues para nadie es un secreto que el agua potable en Cuba, como muchas otras cosas, brilla por su ausencia.
Redacción de Cubanos por el Mundo