En un operativo policial en Guanabacoa, La Habana, las autoridades detuvieron a un traficante de droga tras registrar su vivienda en el barrio Barreras.
La intervención, que culminó con la captura del sospechoso, tuvo lugar en una casa situada en la intersección de las calles 40 y 81, donde se incautaron estupefacientes y dinero en efectivo.
El procedimiento, reportado por el perfil de Facebook “El Cubano Fiel” – ligado al aparato de propaganda del régimen castrista – se derivó de un supuesto “seguimiento” que permitió a la policía rastrear las actividades delictivas del individuo.

Los agentes confiscaron una cantidad de droga conocida como “Kimico” y fondos presuntamente obtenidos de su venta.
Tras el registro, el detenido fue trasladado bajo custodia para enfrentar cargos, pero ahora la comunidad de La Habana espera que no termine nuevamente en las calles, como suele ocurrir en la isla comunista.
Por otro lado, cabe decir que, a pesar de que el régimen cubano publicita este tipo de operativos como prueba de su lucha contra el narcotráfico, claramente estas acciones son insuficientes.
La frecuencia de casos similares, tanto en La Habana como en el resto del país, pone en evidencia la creciente proliferación del tráfico de drogas, mientras las autoridades fingen preocupación por tal problemática.
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La narrativa oficial insiste en destacar estos arrestos como victorias, aunque la realidad sugiere que el tráfico de estupefacientes continúa expandiéndose.
Contrario a lo que publican los perfiles ligados al régimen en redes sociales, la realidad en Cuba se presenta de otra forma, una mucho más cruda: los traficantes tienen vía libre para seguir llenando de droga las calles del país, siendo los sectores más vulnerables, con personas de todas las edades, los que sufren las peores consecuencias de estas sustancias.
Redacción de Cubanos por el Mundo