Tras más de dos años de espera y un proceso abruptamente interrumpido por una deportación, las autoridades de inmigración en Estados Unidos finalmente aceptaron la petición de visa IR-1 para Heydi Sánchez Tejeda, ciudadana cubana cuya expulsión del país la ha mantenido alejada de su esposo e hija.
De acuerdo con un reporte de Telemundo, la resolución llegó luego de que su esposo, Carlos Yuniel Valle, asistiera a una cita migratoria en Tampa, Florida, donde le confirmaron la aprobación de la solicitud.
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La pareja había iniciado este trámite con el objetivo de obtener la categoría de “familiar inmediato”, pero la madre cubana fue repatriada sin posibilidad de completar el proceso.
“Hoy tuve la entrevista para el lío de la reclamación de Heidi y me aceptaron, aceptaron la reclamación gracias a Dios”, declaró Carlos conmovido ante las cámaras.
“Ya le vamos a mandar la visa a ella para lo del visado… y se me aguaron los ojos de la emoción”, agregó.
Desde su deportación, Heydi permanece en Cuba mientras Carlos asumió en solitario el cuidado de su hija de apenas un año. La separación ha sido especialmente difícil para la menor, según expresó el padre.
“Lo más duro lo está viviendo nuestra niña”, señaló. “Aparte de Heydi que está en Cuba sufriendo por estar separada de su hija”.
Ahora que la reclamación fue admitida, el caso ha sido trasladado al Centro Nacional de Visas (NVC), que se encargará de convocar a Heydi para una entrevista en el consulado estadounidense ubicado en La Habana.
Sin embargo, este avance no garantiza un reencuentro inmediato, ya que ella deberá someterse al proceso de solicitud de dos perdones migratorios.
La abogada de la familia indicó a Telemundo que estos trámites pueden demorar años. No obstante, afirmó que presentarán una solicitud de procesamiento expedito ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) con la esperanza de que el caso reciba prioridad por razones humanitarias.
Heydi había estado bajo libertad condicional migratoria (formulario I-220B), pero una orden previa de deportación forzó su salida del país.
Esta situación interrumpió drásticamente los esfuerzos legales de la familia para formalizar su estatus migratorio.
Por otro lado, la reciente normativa impuesta por el gobierno de Estados Unidos, que restringe la emisión de ciertas categorías de visas para ciudadanos cubanos, ha generado nuevas dudas. Aunque las limitaciones afectan principalmente a visados de turismo y estudio (como los B-1/B-2, J, F y M), aún no se ha aclarado si podrían impactar también en los visados de inmigrante como el IR-1.
En medio de ese escenario incierto, Carlos y Heydi reconocieron públicamente el papel de la congresista Kathy Castor, a quien agradecieron por apoyar el caso.
Su intervención política fue clave para destrabar el proceso y conseguir que las autoridades reconsideraran la solicitud, según señalaron.
A pesar de los múltiples obstáculos y del tiempo que aún puede tomar el reencuentro, la aprobación de la visa representa un cambio trascendental para esta familia.
Para Carlos, se trata de un paso vital que les devuelve esperanza tras un proceso marcado por la separación y la incertidumbre.
Redacción de Cubanos por el Mundo