Un tribunal italiano condenó a 13 años y 8 meses de prisión a Osiel Mancha Pereira, un ciudadano cubano de 47 años, por el homicidio de su empleador, Luca Bruschini, ocurrido en febrero de 2024 en la ciudad de Terni.
La jueza Barbara Di Giovannantonio dictó la pena tras considerar que el acusado actuó con violencia extrema al agredir al empresario con un objeto metálico, causándole heridas que, tras más de cuatro meses en coma, derivaron en su muerte.
Los hechos se remontan al 16 de febrero del año pasado, cuando Bruschini, de 41 años, fue atacado al finalizar su jornada laboral, justo en las inmediaciones del negocio del que era propietario.
Mancha Pereira, quien trabajaba en esa misma empresa, fue señalado como el autor del ataque. Según la investigación, utilizó un instrumento descrito como similar a una podadera para golpear a la víctima en reiteradas ocasiones.
La brutal agresión dejó al empresario en estado crítico, y aunque fue internado en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Terni, falleció después de permanecer 131 días en coma.
Pocas horas después del hecho, el cubano se entregó a las autoridades. Durante el proceso judicial, celebrado bajo un procedimiento abreviado, el acusado declaró que no recordaba claramente lo sucedido, pero mencionó haber sentido sangre en sus manos y ropa.
En su testimonio, aseguró ser víctima de un complot entre compañeros, y aludió a traumas vividos en su infancia en Cuba como parte de su defensa.
Una evaluación psiquiátrica solicitada por el tribunal concluyó que Mancha Pereira padece un trastorno delirante crónico, lo que afectó parcialmente su capacidad mental, aunque no anuló su comprensión de los hechos.
Además de la condena por homicidio y tenencia de objetos peligrosos sin justificación, la jueza ordenó que, al término de su pena en prisión, el cubano sea internado durante cuatro años en una Residencia para la Ejecución de Medidas de Seguridad (REMS), un centro especializado para individuos con padecimientos psiquiátricos considerados un riesgo social.
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Durante el juicio se expusieron informes médicos, declaraciones de empleados y familiares, y análisis científicos, los cuales reforzaron la imputación contra Mancha Pereira, a pesar de que este mantuvo su inocencia.
El veredicto no es definitivo. La defensa del cubano podría presentar una apelación en las próximas semanas.
Entretanto, el caso continúa siendo uno de los más complejos registrados en Terni por la interacción entre violencia homicida y factores mentales clínicamente probados.
Redacción de Cubanos por el Mundo
