Una madre lanzó un llamado urgente en redes sociales tras la caída de su hijo de 10 años, un niño cubano que enfrenta una dura batalla contra la distrofia muscular de Duchenne.
El menor, imposibilitado de caminar y con debilidad en sus extremidades, sufrió un accidente al desplomarse de una silla inadecuada, lo que intensificó la angustia de su familia por no contar con una silla correctora que resguarde su columna vertebral, también afectada por una escoliosis en desarrollo.
Desde Sancti Spíritus, Suset González recurrió a Facebook para visibilizar la situación que atraviesa el chico, cuya condición empeora progresivamente.
“Tengo un niño especial, con una enfermedad llamada distrofia muscular de Duchenne. Mi niño tiene 10 añitos. No puede caminar”, escribió.
La publicación surgió tras el reciente accidente del pequeño, que evidenció la urgencia de contar con un asiento adaptado a su estado físico: “Hoy precisamente se cayó de una silla que tengo, pero no es la que él lleva. No tiene fuerza en sus manos, así que se cayó de la misma”.
Además de la distrofia, la escoliosis complica aún más el cuadro clínico de este niño cubano, que necesita apoyo constante para evitar deformaciones más severas en su columna.
A pesar del contexto adverso, Suset no ha enfrentado sola esta lucha. Tres personas cercanas al niño —Yanalli González Domínguez, Nely Valdez y Yureibys Torresilla— han tratado de conseguir la silla correctora, aunque sin resultados hasta el momento.
Ella les reconoció públicamente su compromiso: “Mi niño tiene tres tíos que son especiales para él, que han luchado para que mi pequeño tenga la silla correctora, pero nada todavía”.
A lo largo de su mensaje, la madre hizo énfasis en que no le preocupa repetir su solicitud ni ser juzgada por insistir en redes sociales. “Alzo mi voz con mi corazón destrozado, porque cuando tenemos situaciones así, no importa cuántas veces lo hagas. No importa cuántas veces sea la misma publicación”, expresó.
Finalmente, agradeció el respaldo de quienes han mostrado empatía y colaboración, y afirmó que mantendrá viva la esperanza.
“Maravilloso grupo, gracias por todo su apoyo, de todo corazón. Personas de puro corazón han estado al tanto de todo. Seguiremos intentando hasta que se resuelva. En el nombre de Jesús”, enfatizó.
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Mientras la familia sigue esperando una respuesta solidaria, la historia de esta madre recuerda cuán vulnerables pueden ser los más pequeños cuando la falta de recursos se suma a las condiciones de salud más complejas.
Lo peor del caso es que, mientras hechos como estos nos dejan de reportarse todos los días en la isla, el cruel e inhumano régimen castrista sigue pregonando los cuatro vientos su mal llamada “potencia médica”.
Redacción de Cubanos por el Mundo
