Un atacante suicida provocó una masacre este domingo dentro de la iglesia Mar Elías, en Dweil’a, Siria, donde se congregaban más de 300 personas en plena ceremonia religiosa.
La explosión, precedida por disparos, dejó un saldo devastador de al menos 22 muertos y 63 heridos, de acuerdo con cifras oficiales del Ministerio de Salud local.
Según versiones recogidas por medios de comunicación de Siria, el agresor abrió fuego antes de detonar un chaleco explosivo en medio de los asistentes. La escena dentro del templo quedó reducida a un campo de escombros y sangre, con las bancas destruidas y los sobrevivientes en estado de shock.
“Las personas estaban rezando a salvo bajo la mirada de Dios”, relató el padre Fadi Ghattas, quien estimó que había unas 350 personas presentes en el momento del atentado.
En medio del pánico y la confusión, un segundo individuo armado fue visto disparando hacia la entrada principal, según declaró Meletius Shahati.
Entre los testimonios de los sobrevivientes, algunos hablaron de cuerpos despedazados por la onda expansiva. Issam Nasr expresó: “Nunca hemos sostenido un cuchillo en nuestras vidas. Todo lo que llevamos fueron nuestras oraciones”.

Las autoridades de Siria investigan una posible conexión del atentado con células del grupo extremista Estado Islámico, según informó el Ministerio del Interior.
De confirmarse, marcaría un alarmante regreso de este tipo de ataques, que no se veía en iglesias del país desde hace años.
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La tragedia desató el temor de que nuevas ofensivas puedan repetirse, en medio de un clima de fragilidad y violencia que persiste en varias regiones del país.
Mientras tanto, las familias afectadas enfrentan el dolor de haber perdido a sus seres queridos en un momento de recogimiento y fe.
Redacción de Cubanos por el Mundo