Dos jóvenes enfrentarán, supuestamente, duras penas de cárcel tras ser sorprendidos con drogas sintéticas en el punto de control de Bacunayagua, a las afueras de Matanzas.
Las autoridades del régimen solicitaron nueve años de prisión para YGR, de 22 años, residente en La Habana, y ocho años para AVU, alias «El Abuelito», de 24 años, oriundo de Cárdenas.
La detención ocurrió luego de que YGR fuera interceptado en dicho control con 10.10 gramos de una sustancia que, según expertos, equivale a más de mil cigarrillos.
El régimen, a través de su aparato de propaganda, sostuvo que se trataba de un tipo de droga sintética altamente adictiva, conocida popularmente como “Kímico”, que, por cada gramo, puede rendir entre 100 y 120 dosis individuales.
Investigaciones del caso revelaron que AVU tenía un rol activo en la reventa de estos cannabinoides sintéticos. Cada unidad, distribuida en pequeños envoltorios conocidos como “bates”, se ofrecía en el mercado clandestino a un precio de 300 pesos cubanos.
Pero lejos de ser una ofensiva real contra el narcotráfico, este juicio se inscribe dentro del discurso propagandístico de la dictadura, que intenta mostrar control sobre una situación que se les ha escapado de las manos.
Mientras se anuncian condenas ejemplares, los barrios de Matanzas, de La Habana y de toda la isla, continúan plagados de sustancias ilegales, comercializadas por delincuentes que operan sin temor gracias a la impunidad reinante.
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Con este tipo de casos, el régimen pretende sostener la narrativa de que se está actuando contra el crimen organizado. Sin embargo, en la realidad, cada vez son más los jóvenes que acceden a drogas como el “Kímico”, mientras los verdaderos operadores del negocio se mantienen fuera del radar de las autoridades.
El caso de «El Abuelito» y su presunto cómplice es solo un ejemplo aislado dentro de una problemática mucho más amplia. La dictadura busca vender la idea de que persigue el tráfico de drogas, pero lo que queda en evidencia es una estrategia de distracción frente al crecimiento descontrolado de estas redes criminales en el país.
Redacción de Cubanos por el Mundo
