Un ciudadano cubano identificado como Joan Gil fue detenido el fin de semana en Phoenix, Arizona, por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), tras ser vinculado al transporte de metanfetamina destinada a la venta, a pesar de que sobre él pesaba una orden de deportación emitida hace más de una década.
La aprehensión ocurrió durante un operativo de seguridad enfocado en personas con antecedentes migratorios y actividades delictivas.
Gil, cuya orden de deportación se registró en 2014, enfrentará un proceso inmediato para su repatriación, según informaron autoridades federales. “Nos aseguraremos de que lo deporten lo antes posible”, señaló un portavoz vinculado al caso.

Este arresto revive la polémica sobre la presencia de extranjeros con procesos de expulsión pendientes que continúan en libertad dentro del territorio estadounidense.
Es importante mencionar que, hasta el momento, las autoridades locales no han ofrecido más detalles relacionados con esta persona, y de hecho, se generó confusión entre los usuarios, ya que la imagen compartida por la agencia corresponde a una mujer.
La captura de Gil se suma a un reciente caso en Kendall, Florida, donde otro cubano —cuyo nombre no fue divulgado— también fue localizado tras permanecer ilegalmente en el país desde que se dictó su orden de deportación en 1995.
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Durante el anuncio del caso de Gil, las autoridades advirtieron sobre las consecuencias de permanecer en territorio estadounidense luego de una orden de salida firme.
“Autodepórtate antes de que te encontremos — y te ENCONTRAREMOS”, fue la advertencia pública dirigida a quienes se encuentren en situaciones similares.
Ambos casos refuerzan la presión de las agencias migratorias por localizar y procesar a personas con órdenes de deportación activas, especialmente aquellas que además están involucradas en actividades criminales.
Redacción de Cubanos por el Mundo