La audiencia de asilo político del activista cubano Oscar Casanella concluyó este martes sin un fallo definitivo, dejando al científico y opositor en un limbo legal hasta el próximo 11 de julio, fecha en que la jueza de inmigración emitirá su decisión por escrito.
El juicio, que se extendió por más de seis horas, desde las 8:30 a.m. hasta las 3:00 p.m., analizó los argumentos presentados por Casanella y su equipo legal.
Al finalizar, el activista expresó su frustración ante la prensa: “Yo hubiera deseado una respuesta hoy, pero la jueza necesita tiempo. Solo ofrecí una mínima parte del dolor que viví”.
Sus abogadas, presentes durante toda la audiencia, calificaron el proceso como exhaustivo pero justo. “La jueza y los fiscales fueron generosos al escuchar el testimonio”, señalaron, aunque reconocieron que la resolución fue pospuesta para un análisis más detallado de las pruebas.
Casanella, bioquímico y ex profesor universitario en La Habana, es una figura visible del Movimiento San Isidro y de la oposición al régimen cubano. Su activismo lo llevó a sufrir represión constante desde 2013, incluyendo vigilancia, amenazas y arrestos domiciliarios.
En enero de 2022, llegó a Estados Unidos por la frontera de El Paso, Texas, junto a su esposa embarazada y su hijo. Sin embargo, a diferencia de otros migrantes, no recibió parole humanitario, sino un documento I-220A que lo dejó sin acceso a beneficios migratorios básicos. “No me hicieron ni siquiera la entrevista de miedo creíble. Solo me soltaron con ese papel y desde entonces no tengo derechos básicos”, denunció en entrevistas anteriores.
Tras la audiencia, el opositor agradeció el apoyo recibido en sus redes sociales: “A los amigos que están ayudando a visibilizar esto. La respuesta demorará semanas”.
La comunidad cubanoamericana y activistas dentro de la isla piden que se le conceda el asilo político, destacando su historial de persecución.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
