La dictadura castrista armó su respectiva pataleta tras conocer que la opositora cubana Rosa María Payá resultó electa para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Las reacciones del régimen comunista de la isla vinieron desde el canciller castrista, Bruno Rodríguez Parrilla, quien no dudó en atacar a la activista por los derechos humanos y a la administración de Donald Trump.
En ese sentido, el vocero del castrismo afirmó que, el régimen al que representa “no reconoce autoridad alguna de Organización de Estados Americanos ni de sus instituciones”.
“Secretario de Estado de EE.UU., con su delirante obsesión anticubana y desprecio a Nuestra América, impuso en CIDH a una de sus empleadas preferidas para defender políticas de coerción universalmente rechazadas”, escribió el funcionario comunista tras la elección de Rosa María Payá en la CIDH.
Asimismo, en un comunicado oficial del MINREX, los comunistas se refieren a Rosa como “una mercenaria” impuesta en la CIDH.
Otra vocera del régimen que no tardó en lloriquear tras conocer la decisión tomada en OEA tras votación, fue la subdirectora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), Johana Tablada, quien a través de sus perfiles en las redes sociales atacó a la opositora cubana.
“Entre amigos, la puesta a dedo por secretario de Estado, autoproclamada ‘imparcial experta de Estados Unidos en DD. HH. para las Américas’. En verdad es empleada de años en nómina de programas millonarios de injerencia e intervención contra Cuba y gobiernos de la región del Departamento de Estado”, escribió en X esta funcionaria doble moral de la dictadura, quien tuvo la indecencia de llamar “puesta a dedo” a Rosa María Payá, cuando ese es un término que se impulsa desde el exilio cubano para referirse al tirano Miguel Díaz-Canel, porque él sí es un títere impuesto por los Castro como “presidente” en la isla, sin haber sido elegido por la mayoría de los cubanos.
Es importante mencionar que, era de esperarse que el régimen castrista saliera al paso a lloriquear por la elección de Rosa María Payá en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tomando en cuenta que la activista cubana tiene una postura crítica en contra del castrismo que asesinó a su papá Oswaldo Payá, y mantiene una lucha firme por la libertad, convirtiéndola en una de las voces más incómoda para la dictadura.
Cabe recordar que, la elección de Rosa María Payá trascendió este mismo viernes en el marco del 55º Período de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrado en Antigua y Barbuda.
La candidatura de la opositora cubana fue presentada por el Departamento de Estado de Estados Unidos a finales de marzo, y esta fue vista en mayor medida como una apuesta audaz y un gesto político de respaldo a la disidencia cubana y a las voces democráticas en la región.
Redacción Cubanos por el Mundo