El cubano Aroldis Chapman alcanzó un hito histórico al convertirse en uno de los pocos cerradores en llegar a los 350 juegos salvados en las Grandes Ligas, tras sellar la victoria 5-3 de los Medias Rojas de Boston sobre los Rojos de Cincinnati en un partido que había sido suspendido por lluvia y luego completado.
El lanzador de 37 años dominó la novena entrada con una actuación perfecta: retiró a los tres bateadores que enfrentó, ponchó a Elly De La Cruz con una sinker de 101.3 mph y obligó a Gavin Lux y Austin Hays a entregar roletazos controlados al campocorto.
Su recta, que aún supera las 100 millas por hora, demostró que la potencia en su brazo sigue intacta tras 18 campañas en las mayores.
Aroldis Chapman, quien ha convertido 15 de 16 oportunidades de salvamento esta temporada, celebró el logro sin perder de vista su próximo objetivo. “Mi meta es llegar a 400. Sé que no es fácil, pero seguiré trabajando duro para lograrlo”, afirmó a través del traductor del equipo.
En lo que va de año, ha otorgado solo 10 boletos en 35 entradas, cifra que refleja la mejoría en su control. Él mismo reconoció el esfuerzo hecho para corregir errores del pasado.
“Durante la temporada baja trabajé muy duro para llegar a este punto y no poder caminar tantos muchachos como lo hice en el pasado porque era uno de los problemas que tenía”, dijo Chapman.
Al ser consultado sobre su capacidad para seguir lanzando con esa potencia a su edad, respondió con claridad: “No diría que estoy orgulloso. Pero sí que estoy feliz de poder alcanzar esa velocidad y también de que mi brazo está sano y en muy buena forma”.
Aunque sabe que cada cierre representa una presión distinta, el ‘Misil’ aseguró estar listo para enfrentar el desafío constante que implica enfrentar a los mejores bateadores de cada alineación.
“Es lo mismo para todos los bateadores. Sabes que los tres o cuatro bateadores se te vienen encima”, expresó.
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Finalmente, el lanzador resumió su emoción por alcanzar esta cifra redonda con una frase breve pero contundente: “Poder lograr eso es grandioso”.
Con esta marca, Chapman fortalece su candidatura al Salón de la Fama como uno de los cerradores más veloces y dominantes de su generación.
Redacción de Cubanos por el Mundo
