Andy García Lorenzo recuperó la libertad este lunes tras cumplir una injusta condena de cuatro años de prisión por participar en las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021 en Santa Clara.
El muchacho tenía 24 años cuando fue secuestrado por el régimen castrista y posteriormente condenado por los falsos delitos de desórdenes públicos, desacato y atentado.
La noticia fue confirmada por Roxana García, hermana y una de las familiares que más visiblemente abogaron por su excarcelación.
Desde su detención, Andy García Lorenzo fue víctima de torturas tanto físicas como psicológicas, y protagonizó múltiples huelgas de hambre como forma de protesta. La última, que duró 16 días, fue motivada por la incautación de cartas personales por parte de las autoridades penitenciarias.
Durante ese período su salud se deterioró notablemente y requirió atención médica urgente. “Estuvo realmente mal y en varias ocasiones tuvieron que ponerle sueros, debido al mal estado en que se encontraba”, expresó Roxana García a Martí Noticias.
La madre del joven, Tayri Lorenzo, publicó mensajes emotivos tras su liberación, donde destacó la entereza de su hijo frente al encierro.
“Llegó ese ansiado día, sí, el día de tu libertad física, porque de mente y espíritu ya eres libre”, escribió.
En otro mensaje, justo antes de producirse la excarcelación, reafirmó su respaldo incondicional: “En breve estarás fuera de esos barrotes que intentaron opacar esa sonrisa y aplastar tus principios, valor y dignidad. Estamos muy orgullosos de ti hijo, nunca tengas duda de eso. Hoy comienza una nueva etapa en tu vida, diferente, dura, pero no estás solo, nunca lo has estado”.
De acuerdo con las cifras recopiladas por Cubalex y el grupo de trabajo Justicia 11J, más de 1.314 personas fueron detenidas por manifestarse en distintas provincias del país aquel 11 de julio.
Cientos de ellas continúan encarceladas, muchas con sentencias que superan los 10 años de prisión y con seres queridos devastados.
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La liberación de Andy García Lorenzo marca el cierre de un ciclo de represión, pero también el inicio de una nueva etapa para él y su familia, cuyos miembros si bien nunca renunciaron a exigir justicia, también pasaron por dolorosos y amargos momentos que no se reparan fácilmente.
Redacción de Cubanos por el Mundo
