La represión en Cuba escaló nuevamente durante junio, con un total de 253 acciones represivas documentadas por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), que advirtió sobre un aumento de la hostilidad del régimen ante la creciente inconformidad ciudadana.
Entre las principales agresiones se incluyeron detenciones arbitrarias, acoso constante a activistas, vigilancia domiciliaria y abusos contra presos políticos, en un contexto marcado por el temor del régimen nuevas protestas sociales.
Según detalló el OCDH en su informe mensual, del total de acciones represivas, 61 correspondieron a detenciones arbitrarias y 192 a otras formas de violación de derechos.
La organización señaló que “las mujeres son las más perjudicadas por la represión de las autoridades, con más de la mitad de los casos. La Habana, Matanzas, Villa Clara y Holguín fueron las provincias con mayor cantidad de acciones represivas.”
El informe también denunció que “el régimen cubano incrementa la presión contra los ciudadanos y sigue sin ofrecer soluciones a los graves problemas del país”. Esta postura represiva fue interpretada por el OCDH como un intento desesperado por sofocar la indignación social, particularmente en fechas simbólicas como el aniversario del 11 de julio, cuyo cuarto año se cumplirá en los próximos días.
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El OCDH concluyó que la situación de junio representa una continuidad del patrón represivo, pero también un reflejo de la fragilidad institucional del régimen ante un país que, con más desesperanza que certezas, sigue pidiendo un cambio.
Lo que más genera indignación a la población es que, mientras la ola represiva se hace cada vez más grande en cada rincón de la isla comunista, los verdaderos delincuentes siguen actuando a sus anchas por las calles del país, cometiendo cuántas fechorías se les ocurra sin ser perseguidos por absolutamente nadie.
Redacción de Cubanos por el Mundo