Un acto de vandalismo afectó a la sucursal 300 del Banco Metropolitano S.A., ubicada en la intersección de Diez de Octubre y Lacret, en La Habana.
El hecho ocurrió el fin de semana y generó alarma entre los residentes, quienes vieron comprometida aún más la ya deteriorada red de cajeros automáticos en la capital.
La propia entidad denunció lo sucedido a través de su perfil oficial en Facebook, donde calificó el ataque como una acción que “atenta abiertamente contra la tranquilidad y seguridad ciudadanas”.
Según el banco, este tipo de incidentes no es común en la comunidad, pero refleja un escenario de creciente tensión ante las limitaciones económicas que sufre la población, y claro está, provocadas por la dictadura.
La crisis del sistema bancario ha sido objeto de múltiples quejas por parte de los ciudadanos, quienes enfrentan una disponibilidad cada vez más reducida de efectivo debido al cierre de accesos a cajeros fuera del horario laboral y a su reubicación dentro de las sucursales como medida preventiva.
El Banco Metropolitano reconoció el problema y explicó que la disminución de la red —que en su momento llegó a contar con unos 525 cajeros— responde a la obsolescencia tecnológica de los equipos, la falta de piezas para su reparación y la necesidad urgente de reemplazarlos.
“Con el aval de haber contado con la mayor red de cajeros en el país (unos 525), la cifra de dichos equipos ha decrecido para la fecha debido a su obsolescencia tecnológica, la imposibilidad de reparación por sustitución de piezas y urgencia de su reemplazo definitivo”, expuso la institución.
Por supuesto, como ya es costumbre en todo lo que rodea al régimen castrista, no desaprovecharon la oportunidad de mencionar el supuesto “embargo estadounidense” como un obstáculo, pero para nadie es un secreto que el verdadero mal radica en las carencias estructurales del sistema interno y en la ineficiencia prolongada de quienes tienen el poder en la isla comunista.
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En paralelo, esta entidad de La Habana asegura que se puso en marcha un plan de acción que incluye la instalación de nuevos cajeros, el fortalecimiento de servicios digitales y la promoción de la banca remota… ahora falta que sea verdad.
Al cierre de su comunicado, la institución hizo un llamado a no permanecer indiferentes ante estos hechos y reafirmó su intención de continuar mejorando los servicios bancarios, aunque sin ofrecer un cronograma claro que permita a los usuarios recuperar la confianza perdida.
Redacción de Cubanos por el Mundo
