Congresistas cubanoamericanos calificaron como un acto de justicia las sanciones impuestas por el Departamento de Estado de EE.UU. contra el puesto a dedo cubano Miguel Díaz-Canel, su familia y altos funcionarios militares.
Las medidas coinciden con el cuarto aniversario de las protestas del 11 de julio de 2021, conocidas como el 11J.
El congresista Mario Díaz-Balart agradeció al presidente Donald Trump y a Marco Rubio por “usar las herramientas legales necesarias para castigar a quienes continúan aterrorizando brutalmente a quienes solo exigen libertad”. Además, criticó a la administración anterior por haber “priorizado el apaciguamiento del régimen por encima de la seguridad nacional”.
La congresista María Elvira Salazar también celebró esta decisión del gobierno de Donald Trump: “ya era hora de que tuviéramos un liderazgo con tolerancia cero hacia los tiranos”.
Por su parte, el senador Rick Scott advirtió que “la violencia contra manifestantes pacíficos tendrá consecuencias” y expresó su apoyo a los estudiantes que protestaron recientemente en la Universidad de La Habana, según un reporte del Wall Street Journal.
El Miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Carlos Giménez celebró la decisión de EE.UU. en su cuenta de X: “Finalmente, el títere patético de dictador está siendo sancionado por sus violaciones contra el pueblo cubano”.
Las sanciones, anunciadas por el secretario de Estado Marco Rubio, incluyen la prohibición de entrada a EE.UU. para Díaz-Canel, el ministro de Defensa Álvaro López Miera, el ministro del Interior Lázaro Álvarez Casas y sus familiares directos. También afectan a funcionarios judiciales y penitenciarios vinculados a la represión de los manifestantes del 11J, aunque sus nombres no fueron revelados.
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Redacción Cubanos por el Mundo
