Sandro Castro, nieto del fallecido dictador cubano Fidel Castro, decidió pasearse por las calles de La Habana en bicitaxi, como si fuese un turista.
Castro paseó por La Habana, haciéndose la vista gorda de su entorno, calles con personas que viven en medio del hambre y la miseria que hay en la isla.
El nieto del dictador mayor se encargó de grabarse él mismo con su teléfono celular para posteriormente publicarlo en sus redes sociales, como lo ha hecho últimamente para generar polémica.
El recorrido, capturado por el propio Sandro en sus historias de Instagram, formato efímero que desaparece después de 24 horas, mostraba un contraste evidente entre su actitud despreocupada y la lucha cotidiana de los habaneros por sobrevivir.
Vestido con una camiseta del Real Madrid y sus característicos lentes oscuros, el joven parecía ajeno a la realidad de los cubanos, mientras que la élite vive entre lujos y gastos descabellados.
Le acompañaban otros dos bicitaxis, formando una especie de comitiva improvisada, mientras él registraba imágenes de la ciudad.
Esto ocurre justamente en el marco del aniversario del 11 de julio, fecha en la que los cubanos salieron a las calles exigiendo libertad.
La publicación no pasó desapercibida en redes sociales, donde su figura sigue generando polémica e indignación.
Para los cubanos, Sandro representa la élite privilegiada del país, que vive con impunidad mientras muchos jóvenes cubanos enfrentan represión por expresarse libremente.
“Es el vivo ejemplo de la desigualdad en Cuba: él puede pasear como si nada, mientras otros están presos por protestar”, comentó un usuario en las redes sociales.
Mientras tanto, los antillanos siguen tratando de sobrevivir, sumergidos en la miseria, en un país donde a los comunistas no les importa el pueblo, sino sus propios intereses.
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Redacción Cubanos por el Mundo
