El activista y expreso político cubano Ángel Moya Acosta denunció este domingo la presencia de agentes de la Seguridad del Estado que vigilan y reprimen al movimiento opositor Damas de Blanco en su sede ubicada en el barrio de Lawton, La Habana.
En una publicación en redes sociales, Moya expuso los rostros de dos presuntos represores, identificando a uno de ellos como “Cara Prieta”, a quien acusó de participar en actos violentos contra activistas, incluyendo un arresto en su contra hace cinco o seis años durante una marcha dominical de las Damas de Blanco.
Según Moya, los agentes señalados forman parte de un grupo conocido popularmente como los “Metetrancas”, responsables de ejecutar detenciones arbitrarias y actos de represión contra opositores pacíficos en la isla.
En su denuncia, el activista detalló que tanto él como su esposa, Berta Soler Fernández, líder de las Damas de Blanco, permanecieron encerrados en su vivienda el domingo, sin salir a realizar sus habituales actividades de protesta o religiosas.
“Hoy no salimos, pero seguimos denunciando la represión y exigiendo la libertad de todos los presos políticos cubanos”, afirmó Moya en su mensaje. Esta no es la primera vez que Moya y Soler enfrentan hostigamiento por parte de las autoridades cubanas.
En abril pasado, ambos fueron puestos bajo arresto domiciliario durante 48 días tras participar en una misa junto al encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, Mike Hammer.
Según Moya, las autoridades los acusaron de “atentar contra el orden constitucional establecido” por reunirse con un diplomático extranjero, lo que derivó en su detención en vía pública y traslado a estaciones policiales, donde permanecieron más de 24 horas antes de ser liberados bajo medidas cautelares.
Las Damas de Blanco, un movimiento surgido en 2003 tras la ola represiva de la Primavera Negra, han sido blanco constante de la represión gubernamental. Este colectivo, conocido por sus marchas pacíficas vestidas de blanco para exigir la liberación de presos políticos, enfrenta vigilancia, detenciones y actos de repudio de manera recurrente.
La denuncia de Moya se suma a una serie de señalamientos contra los “Metetrancas” y otros agentes de la Seguridad del Estado, quienes, según activistas, utilizan tácticas violentas para silenciar las voces disidentes.
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Redacción Cubanos por el Mundo
