Un cubano que llegó desde el exterior y que se encontraba con su familia, fue víctima de un asalto cuando su vehículo de renta fue interceptado por delincuentes en plena carretera, a la altura del kilómetro 52-53 de la Autopista Nacional.
Este hecho vuelve a poner en evidencia los niveles alarmantes de inseguridad que se viven actualmente en Cuba.
Según la denuncia pública hecha por Almakki Díaz en Facebook, el ataque ocurrió mientras la esposa del emigrado pidió una breve parada en un punto de venta de hortalizas.
En ese momento, el cubano recién llegado descendió del carro, que había alquilado previamente en el Aeropuerto José Martí, y lo dejó asegurado. Sin embargo, dos vehículos se posicionaron estratégicamente delante y detrás del carro de renta, y uno de los asaltantes utilizó una llave automática para abrir las puertas y adentrarse en el vehículo, llevándoselo inmediatamente.
La familia, sin posibilidad de reacción, se quedó sin el transporte y a merced de un entorno completamente hostil.
La fuente señaló que existe una fuerte sospecha de que los criminales ya venían siguiendo a la familia desde el mismo momento en que retiraron el carro en La Habana, lo que alimenta la teoría de una posible complicidad interna en el lugar de la renta.
A pesar de la gravedad del incidente, la policía de no acudió sino hasta pasados más de 60 minutos.
Para colmo, al llegar, pusieron en duda la versión de los afectados y llegaron incluso a insinuar que el visitante podría haber estado involucrado en su propio asalto.
“Cuba es una olla de presión”, escribió Díaz en su publicación, donde también lanzó advertencias directas: “No viaje a Cuba”.
Hoy en día, regresar a la isla bajo las condiciones actuales es sinónimo de exponerse a un ambiente sumamente peligroso, sin garantías de protección o justicia.
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Por ahora, el caso sigue bajo investigación. Sin embargo, el silencio institucional y la pasividad de las autoridades solo confirman lo que muchos cubanos dentro y fuera del país vienen advirtiendo: el régimen castrista no está dispuesto ni capacitado para enfrentar el colapso social que ha generado su propia ineficiencia.
Para quienes viven en el exterior, regresar a Cuba representa cada vez más un riesgo innecesario que puede tener consecuencias graves, incluso si no hay víctimas mortales.
Redacción de Cubanos por el Mundo
