Yamisledis, una cubana residente en el barrio Buenaventura del municipio Calixto García, en Holguín, lucha contra un cáncer de mama en medio de la precariedad y el abandono del sistema sanitario cubano.
Diagnosticada hace meses, aún no ha recibido quimioterapia ni ha podido ser operada debido a la falta de insumos médicos, que el hospital le exige comprar por sus propios medios.
“Ni siquiera sé si todavía hay posibilidad de operarme o si ya es demasiado tarde”, relató en una entrevista para Univisión Noticias.
Vive con su madre en condiciones de extrema pobreza y sin ingresos fijos, dependiendo de un sistema de salud que, según denuncia, condiciona la atención médica a la capacidad de los pacientes para conseguir materiales en el mercado negro.
En la misma provincia, Yanet Pérez, madre soltera de tres hijos, enfrenta una situación similar. Necesita una cirugía urgente por una hernia vaginal, pero en el Hospital de Holguín le informaron que la lista de espera era de un año. Sin embargo, le aseguraron que si conseguía los insumos necesarios, podría operarse en una semana.
“Los médicos me piden cosas que no puedo comprar. Vivo de una pensión mínima, ¿cómo voy a costear un tratamiento?”, explicó Yanet, quien recurrió a la prensa internacional para visibilizar su caso. Tras la difusión de su denuncia, las autoridades sanitarias castristas intervinieron y el Hospital Lenin de Holguín reprogramó su cirugía para este martes, sin exigirle los materiales.
Estos testimonios reflejan el colapso del sistema de salud en Cuba, una realidad que incluso el comunista ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, admitió ante la Asamblea Nacional del Poder Popular en julio.
Portal Miranda reconoció que el país enfrenta una “crisis estructural sin precedentes”, con solo un 30% de disponibilidad de medicamentos básicos, hospitales en condiciones deplorables, escasez de insumos y un éxodo masivo de profesionales.
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Redacción Cubanos por el Mundo
