Una agresión sufrida por el preso político Mario Alberto Hernández Leyva en la Prisión 1580 ha desatado una nueva ola de indignación entre los defensores de derechos humanos.
El vicepresidente del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR) fue golpeado por guardias penitenciarios, un incidente que le dejó un brazo dañado, según informó Adrián Curuneaux Stivens en una llamada telefónica a CubaNet.

La golpiza, motivada por su negativa a usar el uniforme de recluso, se suma a una serie de abusos que han marcado su reclusión desde su detención el 20 de junio de 2024.
La información revela que Hernández Leyva enfrenta condiciones extremas en una celda de castigo, a donde fue trasladado el 26 de julio por órdenes de Lexis Borrero, jefe de unidad, y Yolexis Garlobo, jefe de orden interior.
En este aislamiento, se le prohíben visitas y llamadas telefónicas, lo que agrava su situación. “Está en celda de castigo, golpeado, y le dijeron que no lo van a sacar hasta el día 13, que tiene su libertad”, dijo el denunciante.
Este preso político, detenido en el Parque Central por agentes de la Seguridad del Estado, enfrenta una condena de dos años por los falsos delitos de resistencia y desacato tras un juicio el 15 de julio del año pasado.
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La trayectoria de este Hernández Leyva está marcada por repetidas detenciones desde 2023, en las que ha sufrido torturas, coacciones y falta de asistencia médica, lo que ha generado un “deterioro de su estado de salud, con signos de desnutrición y afectación mental”, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Su caso expone una vez más las duras condiciones que enfrentan los opositores en Cuba, mientras su entorno exige justicia y el cumplimiento de las medidas internacionales para proteger sus derechos.
Redacción de Cubanos por el Mundo