Un pasajero cubano que se disponía a abordar un vuelo chárter con destino a Cuba fue retenido en el Aeropuerto Internacional de Miami el pasado 25 de julio, luego de que agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte detectaran un cargamento de 64 balas de punta hueca oculto en su equipaje.
El hallazgo ocurrió cuando, durante una inspección secundaria, los oficiales notaron un peso inusual en un envase de Nesquik sabor fresa.
De acuerdo con Martí Noticias, el envase no contenía polvo de bebida, sino un guante de goma azul repleto de munición.
En palabras de la propia agencia, “en lugar de una mezcla dulce de nostalgia, encontraron un guante lleno de 64 balas de punta hueca enterradas en un recipiente de sabor frutal ficticio”.
Las autoridades confirmaron que la sospecha inicial surgió por el peso anormal del contenedor, lo que motivó su revisión detallada.
Tras la confirmación del contenido, se activó el protocolo de intervención del equipo de explosivos y el viajero, cuya identidad no se reveló, fue apartado para interrogatorio.
Testigos del incidente relataron que el hombre vestía completamente de rojo, incluidos los tenis, y llevaba consigo un pasaporte cubano y una green card.
“Se lo llevaron aparte y luego comenzaron a hacer preguntas sobre él”, comentó una pasajera que esperaba abordar un vuelo hacia La Habana.
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Aunque la normativa en Estados Unidos permite transportar munición en equipaje facturado si se declara y embala correctamente, en este caso el intento de ocultarla dentro de un producto alimenticio representó una violación directa a las regulaciones.
El caso llama más la atención si se toma en cuenta que, hoy en día, la violencia en Cuba sube como la espuma, y precisamente el uso de armas de fuego es un mal que mantiene en zozobra a la población.
Redacción de Cubanos por el Mundo
