Una incontenible ola de chikungunya azota al municipio de Perico, en la provincia de Matanzas, donde la población enfrenta un cuadro de fiebre, vómitos y debilidad generalizada.
La situación, que se originó a finales de julio tras la llegada de una persona infectada desde Bolivia, se ha agravado ante la falta de recursos y una respuesta oficial contundente, mientras enfermedades como el dengue y el oropouche también circulan en la isla.
El epicentro de la crisis se ha localizado en el poblado de España Republicana, aunque los reportes más alarmantes provienen de la comunidad Máximo Gómez.
En ese sentido, la activista Yamilka Lafita, conocida como Lara Croft, denunció a través de sus redes sociales la crítica situación que se vive en esa localidad. “Más del 70% de la población está enferma”, aseguró.
Su testimonio dibuja un panorama desolador: “No hay medicamentos. No se realizan análisis médicos. En tres días solo han tenido una hora de electricidad”.
Por otro lado, una epidemióloga local, que prefirió mantener el anonimato, señaló en conversación con Diario De Cuba la magnitud del brote y subrayó la ausencia de un protocolo médico efectivo al declarar que, por ahora, “no hay un tratamiento específico” para combatir la enfermedad.
El manejo de los casos se centra principalmente en aliviar los síntomas, y el 98% de los pacientes son atendidos de manera ambulatoria en sus hogares.
A pesar de que las autoridades sanitarias confirmaron la circulación del virus a finales de julio e informaron sobre la implementación de medidas como la fumigación y el saneamiento, la situación no ha mostrado mejoría.
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En su momento, Mario Sabines Lorenzo, primer secretario del Partido Comunista en Matanzas, intentó minimizar la gravedad, atribuyendo las hospitalizaciones a “padecimientos asociados de los pacientes”, sin mencionar los problemas de saneamiento y la acumulación de basura en la región.
“El pueblo está abandonado a su suerte, mientras el régimen gasta recursos en propaganda y proyectos de poder, condenando a miles de cubanos a la miseria y la enfermedad”, aseveró Lafita.
Este episodio se suma a un contexto nacional de deterioro de la salud pública, evidenciado por la muerte de un menor por dengue hemorrágico en Granma y la gestión deficiente de un brote de hepatitis A en Cárdenas meses atrás, además del reconocimiento del régimen de más de 11,000 fosas sépticas pendientes de limpieza en todo el país.
Redacción de Cubanos por el Mundo