Tras cumplir íntegramente una injusta condena extendida por cargos adicionales, el opositor cubano, Virgilio Mantilla Arango, fue finalmente excarcelado luego de pasar más de cuatro años en prisión en condiciones inhumanas.
Su liberación, que originalmente estaba prevista para octubre de 2024, se vio postergada por una nueva sanción de 10 meses por el falso delito de “desacato”, sumada en un proceso plagado de irregularidades y sin la presencia de un abogado.
La confirmación de la excarcelación provino del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) en redes sociales.
La historia de este opositor cubano, líder de la Unidad Camagüeyana, está marcada por una sucesión de causas. Su arresto más significativo ocurrió el 16 de julio de 2021 por su involucramiento en las protestas del 11J, poco después de haber cumplido una pena anterior de siete meses en la prisión de Kilo 8.
Por estos hechos, un tribunal lo sentenció a tres años y tres meses de cárcel. Posteriormente, en marzo de 2024, tras participar con otros reclusos en una protesta por la escasez de alimentos y medicinas, las autoridades lo acusaron de “desacato”, lo que resultó en el traslado a una celda de castigo y la mencionada condena adicional de 10 meses.
Entretanto, la situación del opositor tras su salida de prisión es de extrema precariedad, lo que motivó un llamado de ayuda por parte de la activista de las Damas de Blanco, Leticia Ramos Herrería.
A través de una publicación en Facebook, Ramos Herrería aseguró que Mantilla “está en la peor de las miserias”. En su mensaje, detalló la falta de artículos de primera necesidad del exrecluso: “Ni una sábana para dormir tiene, ni teléfono ni nada”, a la vez que aclaró que la iniciativa de buscar apoyo era suya: “Él no ha pedido nada, soy yo la que solicita ayuda para él”.
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La persecución contra Mantilla Arango casi se extiende con una quinta condena por motivos políticos en febrero de 2025. En esa ocasión, las autoridades del penal de Kilo 7 presentaron una nueva denuncia en su contra, por la difusión de un poema y por visibilizar la huelga de hambre de un primo suyo.
A pesar de los constantes riesgos y el hostigamiento, el opositor cubano afirmó que mantendrá su labor y seguirá “denunciando las violaciones de derechos humanos”.
Redacción de Cubanos por el Mundo
