El Observatorio de Derechos Culturales (ODC) alertó sobre el inminente peligro de derrumbe que afecta a la casa-galería del artista visual y activista Luis Manuel Otero Alcántara, situada en el céntrico barrio de San Isidro, en La Habana Vieja.
Según un comunicado publicado por la organización en redes sociales, la propiedad, que también fungió como sede del Movimiento San Isidro (MSI), experimentó un derrumbe parcial en su planta alta, un incidente que habría dañado gravemente la integridad estructural de toda la edificación.
La construcción, que data de las primeras décadas del siglo XX y es representativa de la arquitectura ecléctica modesta de los barrios populares de la época, adquirió notoriedad nacional e internacional en noviembre de 2020 al ser el epicentro de una protesta conocida como la “huelga de San Isidro”. Este evento es considerado un punto de inflexión en la reciente historia de Cuba, al visibilizar la confrontación de un sector de artistas e intelectuales con las políticas culturales del Estado.

El ODC vinculó el estado crítico de la vivienda con la crisis habitacional generalizada en Cuba. “El desamparo en que sobrevive el fondo habitacional en todo el país golpea ahora a un inmueble que ha adquirido una fuerte carga simbólica en la lucha por los derechos culturales y humanos”, señaló la organización.
La denuncia subraya que, con Otero Alcántara encarcelado desde el 11 de julio de 2021 tras las históricas protestas del 11J, el espacio cultural se enfrenta a un “abandono deliberado”, a pesar de su reconocida relevancia. “Este incidente puede acabar con el único bien material que ha quedado a quien apostó todo por la libertad propia y la de los demás”, advirtió el comunicado.
En su alerta, el Observatorio contrastó la precaria situación de esta vivienda-galería con la de “espacios de artistas oficiales” en la misma zona, los cuales, afirmó, reciben financiamiento de instituciones estatales y de organismos internacionales, una práctica que el ODC calificó de “blanqueo cultural”.

Finalmente, el ODC hizo un llamado urgente a las instituciones y agencias internacionales con sede en Cuba, incluyendo la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe y el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, para que se pronuncien y tomen medidas para evitar la pérdida total del emblemático inmueble.
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Redacción Cubanos por el Mundo