La ciudad de Cali, tercera urbe más importante de Colombia, fue escenario este jueves de un violento atentado narcoterrorista que dejó un saldo preliminar de al menos seis personas fallecidas y más de 60 heridos, según reportes oficiales.
El ataque, perpetrado con un camión cargado con cilindros bomba, tuvo como objetivo la Base Aérea Marco Fidel Suárez, ubicada en el barrio La Base, aunque los mayores daños se registraron en zonas residenciales aledañas, particularmente en el barrio Villa Colombia.
El estruendo de dos potentes explosiones, ocurrido alrededor de las 14:50 horas, sembró el pánico entre los habitantes del oriente de la ciudad. Imágenes difundidas en redes sociales muestran un camión en llamas, vehículos destruidos, viviendas afectadas y personas heridas en medio de un caos de alarmas y gritos.
Según testigos, uno de los cilindros lanzados desde el vehículo impactó el antejardín de una casa, mientras que la explosión principal devastó comercios, hogares y la tranquilidad de los residentes en Cali, Colombia.
“Escuchamos un ruido ensordecedor, como si el mundo se acabara. Luego vimos heridos en el suelo y casas destruidas”, relató Héctor Fabio Bolaños, rector de una escuela cercana que tuvo que ser evacuada.
Por su parte, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, condenó el ataque y lo calificó como un “atentado narcoterrorista” que atenta contra la vida y la seguridad de la ciudad.
En un mensaje difundido a través de su cuenta en X, Eder anunció la militarización de Cali y la activación de un Puesto de Mando Unificado (PMU) para coordinar la atención a las víctimas y reforzar la seguridad. Además, ofreció una recompensa de hasta 400 millones de pesos (aproximadamente 90 mil dólares) por información que permita identificar y capturar a los responsables.
“No nos doblegaremos ante los terroristas”, afirmó el mandatario local.
Entretanto, el presidente comunista de Colombia, Gustavo Petro, también se pronunció, atribuyendo el ataque al frente Carlos Patiño, una facción del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las extintas FARC, liderada por alias Iván Mordisco.
En un mensaje en X, Petro señaló que el atentado sería una respuesta a recientes operaciones militares que debilitaron a esta estructura en el cañón del Micay.
“El terrorismo es la nueva expresión de las facciones que se han supeditado al control de la junta del narcotráfico”, escribió el mandatario.
Cabe mencionar que, este atentado se suma a una jornada de violencia en Colombia que incluyó, horas antes, el derribo de un helicóptero policial en Amalfi, Antioquia, donde ocho agentes perdieron la vida tras un ataque con un dron cargado de explosivos, atribuido al frente 36 del EMC.
En total, los ataques del jueves dejaron al menos 14 muertos en el país, marcando una de las jornadas más violentas de la última década, según la Defensoría del Pueblo.
La escalada de violencia se produce en un contexto de creciente tensión, tras una serie de atentados en Cali y el Cauca el pasado 10 de junio, que dejaron siete muertos y 28 heridos, y el asesinato del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en Bogotá el 7 de junio.
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Redacción Cubanos por el Mundo